Corte Suprema ratificó la anulación del procesamiento que declaraba imputado al obispo emérito Bernardo Bastres por la desaparición de un joven
El 11 de octubre pasado la jueza Marta Ximena Pinto, actuando como ministra en visita, imputó la calidad de encubridores al obispo emérito de Punta Arenas, Bernardo Bastres, sdb, y al sacerdote también salesiano, Leonardo Santibáñez, en el procedimiento judicial por la desaparición de Ricardo Harex González, ocurrida el 20 de octubre del 2001.
La defensa de los sacerdotes apeló pocos días después. La Corte de Apelaciones local acogió ese pedido que, ahora, ha sido ratificada por la Corte Suprema al mantener a firme lo obrado por el tribunal, desestimando el procesamiento ordenado por la ministra en visita.
El obispo emérito emitió una carta pública que inicia con estas palabras: “Nunca pensé ni me imaginé que tendría que escribir estas líneas, desde que, el pasado 11 de octubre, la Ministra que investigaba la desaparición del joven Ricardo Harex determinó un auto de procesamiento, que ‘condenaba’ a tres salesianos, entre ellos a mí persona, como encubridores en el secuestro forzoso del joven Ricardo”.
Luego se dirige a la familia del joven: “Mi primera palabra vaya para la familia de Ricardo Harex, quienes han vivido un calvario desde ese 19 de octubre de 2001, y que, a partir de la investigación realizada por la Ministra en Visita, despertó esperanzas, que al final ha llegado a múltiples conjeturas que no determinan el delito ni los posibles responsables”.
El Obispado de Punta Arenas también entregó un comunicado con dos puntos. En el primero expresa “el respeto a las resoluciones judiciales que buscan acreditar la existencia de un delito, según el debido proceso, para así lograr administrar justicia. Junto con ello reiteramos que, como todo ciudadano, los miembros de la Iglesia deben colaborar con las investigaciones en las que son requeridos”.
A continuación afirma: “Esperamos que, ante un hecho de tanta gravedad, se proceda con el rigor necesario en la búsqueda de alcanzar la justicia, pues la familia y toda la comunidad magallánica, tienen esperanzas de conocer la verdad sobre la grave desaparición del joven Ricardo Harex. A ellos aseguramos nuestra oración y cercanía para que el Señor les fortalezca en este camino”.
Harex salió de su casa la noche del 19 de octubre del 2001, para participar en el cumpleaños de un amigo que se realizó en un quincho. Se retiró del lugar en la madrugada del 20 de octubre y se dirigió a un comercio cercano donde consumió una bebida y un comestible. En ese lugar desapareció.
La Ministra en Visita expresa en su fallo que “la referida desaparición es atribuible a la participación de terceros quienes podrían presentar alteraciones psicopatológicas y/o poder institucional; y encubiertos por miembros de las referidas instituciones y que corresponde calificar como sustracción de menor de 18 años de edad”.
Esto es lo que ahora la Corte Suprema ha desestimado al considerar insuficientes sus argumentos.