El Papa ha recibido en el Vaticano a la red de farmacias Apoteca Natura
Armonía y cuidado son las dos palabras con las que el papa Francisco ha resumido la intuición original de la red de farmacias Apoteca Natura, que cuida a las personas respetando la fisiología del organismo y el medio ambiente y a las que ha recibido hoy en el Vaticano.
Francisco ha señalado que la experiencia de Apoteca Natura de buscar, en la naturaleza, las respuestas a los problemas de salud le hace pensar en la Amazonía, pero “no en la brujería amazónica, sino en la Amazonía”, aclara. Y es que, tal como ha señalado el Papa, los pueblos indígenas, tanto en la Amazonía como en el resto del mundo son “depositarios de un rico patrimonio de terapias naturales, pero incluso estas corren el riesgo de perderse si las culturas originarias se extinguen”.
En este sentido, Francisco ve en el trabajo de Apoteca Natura un “signo positivo de los tiempos”, que consiste en “una forma creativa de hacer negocios y generar empleo basada en una intuición totalmente ecológica, una intuición que responde a la imperiosa necesidad actual de redescubrir una nueva armonía entre nosotros, los seres humanos, y la creación”.
Otra “afortunada intuición” es “el intento de desarrollar lo que ya es de por sí una característica de los farmacéuticos, es decir, una relación personalizada con la gente de la zona, una cierta capacidad de escucha para poder aconsejar, orientar”. Del mismo modo, ha señalado la importancia de “invertir” en “la asistencia sanitaria básica”.
“Desgraciadamente, por diversas razones, la figura del médico de familia casi ha desaparecido, y se corre el riesgo de que, para privilegiar la excelencia se descuide la buena calidad de los servicios sanitarios territoriales; o que estos estén tan burocratizados e informatizados que las personas mayores o con escasa formación se encuentren efectivamente excluidas y marginadas”, ha dicho Francisco. “Por supuesto, las farmacias no pueden sustituir lo que es responsabilidad del servicio nacional de salud, pero sin duda pueden satisfacer una necesidad real de la población compensando ciertas carencias”, ha aseverado.
“En un mundo globalizado e interconectado, la confrontación entre dos culturas es aún más evidente: la cultura del consumo y del descarte”, ha señalado el Papa. Y esta es, según Francisco, “una forma de nihilismo” contrapuesta a la “cultura del cuidado”. “Debemos elegir: no hay otra posibilidad de seguir adelante”, ha apuntado.
“Hoy no se nos permite permanecer neutrales. Hay que elegir, porque el grito de la tierra y el grito de los pobres exigen responsabilidad”, ha concluido el Papa. “La cultura del consumo y del descarte está muy extendida y condiciona muchos de nuestros comportamientos cotidianos, y también la cultura del cuidado se expresa en muchas pequeñas y grandes elecciones, que cada uno está llamado a hacer, según el papel que ocupe”.
De esta manera, “la Encíclica Laudato si’ ha querido ser, para toda la Iglesia, y para todos los hombres y mujeres de buena voluntad, una llamada a asumir la actitud del cuidado con conciencia y decisión. Y, como los conozco, creo que puedo decir que su obra responde a esta lógica y a este estilo de vida: entrar en la cultura del cuidado”.