“Dios es el que decide” lo que pasará en el Mundial de Qatar 2022. Así respondía el jugador de fútbol argentino Lionel Messi, en una entrevista realizada por el Diario Olé a los pocos días de comenzar la principal cita futbolística de la temporada. “Simplemente siempre pienso que Dios es el que decide, Dios sabe cuándo es el momento, cuál es el momento y lo que tiene que pasar. Y siempre soy un agradecido de todo lo que me pasó tanto en lo futbolístico como en mi vida”, explicaba el delantero.
- PODCAST: Francisco en Bahrein
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Sin promesas a la Virgen
El jugador del Paris Saint Germain también ha confesado que no se ha planteado hacer una peregrinación a ningún santuario o realizar alguna promesa estrafalaria. “La verdad que no soy de hacer promesas ni he hecho promesas”.“Lo que tenga que venir, va a venir y creo que él es el que decide. Simplemente pienso en eso, la verdad es que no soy de hacer promesas”, añadía con tono distendido.
“No tengo dudas de que no va a regalar nada, que pueda salir de la mejor manera y ojalá Dios nos ayude”, señala en otro momento ante la posibilidad de una victoria de la selección de Argentina en Qatar. Lo que no quita, destacó para que los futbolistas no vayan con el mejor empeño. “Se la vamos a pelear a cualquiera porque este grupo pelea todos los partidos de igual a igual, jugando mejor o peor”, insistió el .
No es la primera vez que Messi afirma cosas como que “fue Dios quien me hizo jugar así, me dio ese don, obviamente. Me eligió a mí, y yo después hice todo lo posible para intentar superarme y poder triunfar, pero sin la ayuda de Él no habría llegado a ningún lado”, algo que confesó durante el mundial de Rusia en 2018. Además, el pasado mes de enero el futbolista recibió una camiseta de Athletica Vaticana, el club oficial con el que la Santa Sede que participa en diversas competiciones deportivas y que estaba firmada por su compatriota el papa Francisco. Afirmaciones que para algunos contrastan con el hecho de no haber decidido contraer matrimonio por la Iglesia.
