“El incidente ocurrido en el territorio polaco en la frontera con Ucrania es un recordatorio más de cómo esta guerra conlleva el riesgo de consecuencias incontrolables y catastróficas para toda la humanidad”, dice la COMECE
“Expresamos nuestra profunda preocupación por los últimos acontecimientos en Ucrania y Polonia. Desde el comienzo de la agresión militar rusa contra Ucrania, el mundo entero ha estado conteniendo la respiración, temiendo un gran conflicto global”. Así se han expresado los obispos de la Unión Europea (COMECE) ante los recientes acontecimientos acaecidos en Ucrania y Polonia.
La declaración de los obispos, que ha sido elaborada por la Comisión de Relaciones Exteriores de la COMECE durante su segunda reunión anual, subraya que, “el incidente ocurrido en el territorio polaco en la frontera con Ucrania es un recordatorio más de cómo esta guerra conlleva el riesgo de consecuencias incontrolables y catastróficas para toda la humanidad”.
Asimismo, los prelados afirman que ante los recientes “ataques brutales de Rusia contra ciudades e infraestructuras civiles en Ucrania, en flagrante violación del derecho internacional, y el incidente en Polonia, deseamos ofrecer nuestras oraciones a las víctimas y nuestras condolencias a sus familias”. “También queremos ofrecer nuestra cercanía a las personas en Ucrania que se han quedado sin acceso a los servicios básicos, incluidos el agua y la electricidad”, añaden.
De esta manera, la COMECE no puede sino preguntarse “qué más debe ocurrir para que finalmente se ponga fin a esta ‘locura de la guerra'”. Por ello, los obispos instan “a todas las partes a trabajar enérgicamente para reducir la tensión y, en particular, a la Unión Europea a intensificar sus esfuerzos diplomáticos y continuar su compromiso activo para detener esta espiral de violencia”.
“Reiteramos nuestro llamamiento a las autoridades rusas para que suspendan inmediatamente las hostilidades, y a todas las partes para que se abran, con la ayuda de la comunidad internacional, a la negociación de ‘propuestas serias’ para una paz justa, para trabajar hacia una solución al conflicto, que respete el derecho internacional y la integridad territorial de Ucrania”, concluyen los obispos.