“Todos los empleados pueden, independientemente de su forma de vida, ser representantes del amor incondicional de Dios, siempre que traigan una apertura hacia el mensaje del evangelio”, señalan los obispos
La Iglesia alemana ya no te despedirá si eres divorciado vuelto a casar o convives con una pareja del mismo sexo. La Conferencia Episcopal ha reformado sus normas laborales para los 800.000 empleados de instituciones eclesiales con un importante cambio: la “identidad sexual y la forma de vida” ya no computa.
La asamblea de representantes diocesanos ha aprobado hoy la nueva legislación, en la que se reconoce que “la vida privada de los trabajadores no está sujeta a ninguna evaluación”.
“Todos los empleados pueden, independientemente de sus deberes concretos, su origen, su religión, su edad, su discapacidad, su sexo, su identidad sexual y su forma de vida, ser representantes del amor incondicional de Dios y, por lo tanto, de una Iglesia que sirve a las personas, siempre que traigan una actitud positiva y apertura hacia el mensaje del evangelio, y respeten el carácter cristiano de la institución”, señala el Episcopado en un comunicado.
La norma ha sido aprobada con la mayoría necesaria de dos tercios y ahora tendrá que comenzar a aplicarse en todas las diócesis germanas. Así, esta legislación permanecerá en evaluación cinco años.