Los prelados acuden a la visita ‘ad limina’ del 21 al 25 de noviembre con la polémica alemana muy presente
Con la reseca de los obispos alemanes por el Vaticano, los prelados de las diócesis de Bélgica están realizando esta semana, del 21 al 25 de noviembre, su correspondiente visita ‘ad limina’. Los obispos celebraron la misa en la cripta de la Basílica Vaticana este lunes junto a algunos sacerdotes belgas residentes en la ciudad eterna.
Tras esta eucaristía presidida por el cardenal Jozef De Kesel, presidente de la Conferencia Episcopal, los prelados ya han mantenido sus primeros encuentros en los dicasterios vaticanos. Todos los obispos se están alojando en la Casa Santa Marta, como el papa Francisco. Jean Kockerols, obispo auxiliar de Bruselas, antes de esta visita ha destacado que “la Iglesia en nuestro país ha cambiado de rostro, a veces muy rápidamente, en un contexto secularizado. Esto plantea verdaderos retos. Este encuentro en el Vaticano dará lugar ciertamente a intercambios estimulantes”.
Y es que los obispos llegan a esta importante cita quinquenal con los datos actualizados sobre la cuestión de los abusos en ambientes eclesiásticos y con algunos temas polémicos. Como el documento ‘Estar cerca de los homosexuales desde el punto de vista pastoral. Por una Iglesia acogedora que no excluya a nadie’, presentado el pasado mes de septiembre por la Conferencia Episcopal Belga y que incluye una propuesta de bendición para parejas del mismo sexo y un plan de acompañamiento para los alejados pro parte de la Iglesia flamenca.