La Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús lamentó que, a cinco meses del asesinato de dos de sus sacerdotes, el caso siga impune, y es que, incluso, asegura, en la Sierra Tarahumara, donde ocurrió el homicidio, prevalece el miedo de que el perpetrador regrese a la zona.
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Los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, así como el guía de turistas Pedro Palma fueron asesinados el 20 de junio pasado, al interior de la parroquia donde desempeñaban su ministerio en Cerocahui, localidad ubicada en la Sierra Tarahumara, en el estado de Chihuahua.
La Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, cuyo prepósito provincial es el padre Luis Gerardo Moro, aseguró que la inseguridad prevalece en la Sierra Tarahumara.
150 días sin justicia
“A más de 150 días de los dolorosos hechos, la paz no ha llegado a Cerocahui, contrario a lo que recientemente declaró la Secretaría de Seguridad Pública Estatal. En la comunidad prevalece la inseguridad, el miedo de que la situación quede en el olvido y de que el perpetrador regrese a la zona”.
Por lo anterior, los jesuitas manifestaron -como en anteriores comunicados- que mientras no haya justicia “no se podrá hablar de paz y reconciliación“; asimismo, hicieron un llamado a los diferentes niveles de gobierno para continuar con la seguridad en el territorio serrano, a fin de “avanzar hacia la justicia que tanto añoran las comunidades”.
Finalmente, se sumaron al manifiesto de la diócesis de Tarahumara, que ha convocado a construir “un país donde verdaderamente reine la verdad y la justicia que nos lleven a la verdadera paz y amor”.