Francisco César García Magán es el nuevo secretario general de la Conferencia Episcopal Española. Así lo ha decidido la Asamblea Plenaria de los obispos españoles esta mañana, en una votación en la que el obispo auxiliar de Toledo se ha impuesto tanto al auxiliar de Valencia, Arturo Ros, como al vicesecretario para Asuntos Económicos, Fernando Giménez Barriocanal.
Quienes conocen a García Magán aprecian su capacidad para administrar en equipo y sin sobresaltos a la Primada de España, tanto con el emérito Braulio Rodríguez Plaza como con Francisco Cerro. A la par, se valora su talante diplomático que aplica de puertas para afuera, pero también en su visión de Iglesia, alejada de toda polarización.
En el actual contexto de convulsión política, el nuevo secretario general tiene un plus añadido ante Moncloa: es amigo personal del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, pieza esencial en medio de los envites constantes del Ejecutivo de Coalición y fundamental en caso de una futurible reforma de los acuerdos Iglesia-Estado.
Convencido de la corresponsabilidad del laicado en la misión de la Iglesia, con su elección se abre la posibilidad a que una mujer se ponga al frente de la portavocía de la Conferencia Episcopal Española, una elección que depende de él, aunque tenga que ser avalada por los demás obispos.
Madrileño de 60 años, García Magán ingresó en 1980 en el seminario mayor de Toledo. Sacerdote desde 1986, es licenciado en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana y licenciado y doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Lateranense. Diplomático vaticano durante dieciséis años, estuvo al servicio de la Secretaría de Estado en la sección para Asuntos Generales, y acumula experiencia en las nunciaturas de Colombia, Nicaragua, Francia y Serbia.
Canonista de reconocido prestigio, es Académico Correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España y miembro de la junta directiva de la Asociación Española de Canonistas, fue vocal de la Comisión Asesora de Libertad Religiosa del Ministerio de Justicia. Además, es capellán de Su Santidad (2000) y prelado de honor de su Santidad (2005).