El Informe España 2022, elaborado por la Universidad Pontificia Comillas, señala que más del 60% de la población no asumiría recortes en su nivel de vida para proteger el medio ambiente
La mayoría de los españoles (54%) está en contra de pagar precios más elevados para proteger el medio ambiente, el 62% se manifiesta en contra de pagar más impuestos por esta causa y el 64% no acepta recortes en su nivel de vida para frenar el cambio climático. Así se pone de manifiesto en el Informe España 2022 elaborado por la Cátedra Martín Patino de la Cultura del Encuentro de la Universidad Pontificia Comillas y presentado hoy en Madrid.
Sin embargo, a la hora de hacer la compra, los criterios que se tienen más en cuenta son que sean productos de elaboración local (58%) y las cuestiones medioambientales, ya que un 49% declara tener en cuenta este factor. En cambio, las cuestiones éticas, como los salarios, la no explotación y la igualdad, no son tenidas en cuenta en la mayoría de los casos (59%), según el estudio, elaborado por profesores e investigadores de varias universidades españolas.
La edición número 29 del Informe España arroja datos significativos relacionados con la energía, la formación para el empleo, la deuda pública o las brechas de género.
Agustín Blanco, director de la Cátedra Martín Patino de la Cultura del Encuentro, ha apuntado que “el Informe realiza un análisis de los elementos de riesgo e incertidumbre transversales a la realidad que vivimos y destaca el fortalecimiento de la democracia a través de la resignificación de valores de libertad, igualdad, justicia es fundamental para este mundo lleno de incertidumbres, después de la pandemia y ahora con la guerra de Ucrania”.
Asimismo, durante su intervención ha hecho hincapié en varios asuntos del Informe: la descarbonización, que “adquiere mayor necesidad en un contexto de crisis energética provocada por la invasión rusa”; la reformulación del sistema productivo, “que necesariamente debemos acometer”, y las brechas de género, pues “sin políticas que faciliten mayor conciliación e igualdad se condiciona la estructura productiva y el empleo que responda a los retos que vienen”.
Es la economía una de las mayores preocupaciones de los españoles, según se ha recalcado en la mesa redonda moderada por Laura Daniele, responsable de comunicación de Cáritas Española, en la que también ha participado el profesor Sebastián Mora, que ha hablado sobre la cultura del encuentro del papa Francisco.
Según el estudio, la deuda de las administraciones públicas ha pasado del 95,5% del PIB en 2019 al 118,9% en 2021, mientras que la de las empresas no financieras ha escalado del 71,7% al 79,1%, y la de las familias del 56,9% al 58,4%.
Como ha reconocido Pedro José Gómez Serrano, profesor de Economía de la Universidad Complutense y autor de uno de los capítulos, “a los ciudadanos nos preocupa la sostenibilidad de la deuda pública por si puede repercutir en recortes del gasto público y por si estamos dejando a nuevas generaciones una hipoteca que comprometa su bienestar y el crecimiento económico”.
Pero el profesor deja una rendija a la esperanza porque “a pesar de que el discurso dominante tiende a ser catastrofista en el sentido de que el aumento de la deuda pública puede hipotecar el crecimiento, no hay que serlo: si en la Unión Europea se practican políticas fiscales y monetarias flexibles había margen para que el aumento de deuda no conllevara efectos negativos sobre la economía y la sociedad españolas”.
En su edición de 2022 el Informe España también analiza el mercado laboral desde el punto de vista de la formación. Según reflejan las investigadoras Begoña Cueto y Paz Menéndez, de la Universidad de Oviedo, un 23% de los trabajadores españoles participa en programas de formación, lejos de la media comunitaria del 34% y muy lejos de algunos países que superan el 50%, como Finlandia, Reino Unido, Eslovaquia, Dinamarca, Estonia o Irlanda.
Esto provoca que más de un 40% de la población no tenga competencias digitales básicas, ligeramente por encima de la media comunitaria, un dato que solo se ha incrementado tres puntos entre 2015 y 2019.
El informe revela que la proporción de empresas que no detectan necesidades formativas es menor conforme aumenta su tamaño: un 80% en el caso de las que tienen entre cinco y nueve trabajadores; un 23% entre las que tienen entre 250 y 499, y entre las de 500 o más, un 14% se encuentra en esta situación.
Por otro lado, los autores destacan que el sistema energético español ha mejorado en los últimos años prácticamente todos los indicadores de sostenibilidad asociados al consumo y las emisiones, gracias a un descenso muy significativo en el uso de carbón para la producción de electricidad. Además, la participación de las energías renovables (incluidos los residuos no renovables) en el mix eléctrico creció del 24% en 2009 al 38% en 2019.
Si se cumple el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, el impacto macroeconómico de la descarbonización podría concretarse en un aumento del PIB de entre 16.500 y 25.700 millones de euros al año (un 1,8% del PIB en 2030), con una creación de empleo muy significativa, de entre 253.000 y 348.000 empleos por año.
Para Pedro Linares, profesor e investigador de Comillas ICAI y autor del capítulo dedicado a la energía, “materializar estos beneficios requerirá resolver múltiples retos técnicos, económicos y legales; y fundamentalmente, movilizar una elevada inversión y activar a la demanda para hacerla más eficiente”.
Otro de los asuntos que aborda el Informe España 2022 es el de la inmigración. El 70% de los españoles se muestra de acuerdo con que esta enriquece las culturas locales, aunque continúan existiendo episodios de discriminación: según se asegura en el informe, alrededor del 14% de la población ha sufrido alguna discriminación, siendo la discriminación por género (5,7%) y por origen étnico (4,1%) las más habituales.
Según se refleja en el Informe, la percepción subjetiva de seguridad es alta, cerca de uno de cada diez ciudadanos se sienten muy seguros y el 65,5% no sienten peligro si caminan solos por su zona o barrio de noche.