No, no es un capítulo de Juego de Tronos, pero también incluye –como una de las escenas más impactantes de la serie– actos sexuales en un espacio sagrado. El sacerdote Travis Clark, de Louisiana (Estados Unidos), se ha declarado culpable de un delito de “obscenidad grave” (lo cual está penado en el país) por haber mantenido sexo con dos mujeres en el altar de su parroquia y haberlo grabado.
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Ante lo ocurrido, el obispado decidió quemar el altar por este “acto demoníaco”, tal como lo catalogó el arzobispo de Nueva Orleans, Gregory Aymond. Dos meses después se erigió una nueva estructura. En un vídeo publicado por la Arquidiócesis, Aymond reconoce que, ante estos hechos, “hay muchas personas sienten ira, traición y decepción, y yo siento lo mismo”. “Lo sucedido es inaceptable”, continua. “Es pecaminoso y no puede ser tolerado”.
Libertad condicional
Los hechos tuvieron lugar en 2020, pero no ha sido hasta esta semana cuando el sacerdote se ha declarado culpable de lo ocurrido, ante lo cual la justicia le ha impuesto una sentencia de tres años de libertad condicional monitoreada y una multa de 1.000 dólares. Las dos mujeres que participaron en lo que definieron “un juego de rol” tienen ahora cargos de vandalismo, lo cual supone dos años de libertad condicional.
Tal como ha informado The New York Post, el ahora ex sacerdote fue descubierto en septiembre de 2020, cuando aún persistían las restricciones a causa de la Covid-19. Un vecino de la localidad pasó por delante de la iglesia de San Pedro y San Pablo, cuando notó que las luces estaban encendidas, por lo que se acercó. Al mirar por la ventana descubrió al cura manteniendo relaciones sexuales con dos mujeres, grabándolo con un móvil y rodeados de objetos sexuales.