Ya hay resolución y condena para el cardenal salesiano Joseph Zen, arzobispo emérito de Hong Kong: tendrá que pagar 500 euros al haber sido hallado culpable de junto a los otros cinco administradores del Fondo de Ayuda Humanitaria 612, creado en 2019 para proporcionar apoyo económico a los manifestantes contra la absorción por China de la que fuera colonia británica. El delito: no haberlo registrado debidamente ante las autoridades.
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El proceso se inició en mayo, cuando Zen fue detenido aunque liberado a las pocas horas. Y, si bien tanto el cardenal de 90 años como los otros acusados se declararon inocentes y por esta falta administrativa no han sido condenados a pena de cárcel, lo cierto es que aún se enfrentan a la posibilidad, incluso, de cadena perpetua, ya que aún está pendiente, tal como informa Vatican News, de juzgarse si la pertenencia a una organización “extranjera” vulneraba su Ley de Seguridad Nacional impuesta por Pekín en el verano de 2020.
Esta ley es la que exige que cualquier organización internacional que opere en China se registre en la policía al menos un mes antes de su creación. Y, a pesar de que los grupos formados “exclusivamente con fines religiosos, caritativos, sociales o recreativos” podían estar exentos de dicho requisito, la acusación presentó que el Fondo de Ayuda Humanitaria 612 debería haberse registrado por su “carácter político”.
“Error administrativo”
Esto llevó a la detención del purpurado el pasado mes de mayo, si bien las autoridades chinas no tardaron en cambiar el enfoque de la denuncia y lo encuadraron, más que en el ámbito ideológico, en el “administrativo”, asegurando que hubo un “error” al registrar la asociación de ayuda a los manifestantes.
En todo caso, la multa que debe afrontar el cardenal Zen está muy por debajo de lo que se estimaba en un principio. De hecho, por este presunto delito, según aseguraban varios expertos, se esperaba que el asunto se zanjase con una multa de unos 1.300 euros.
