La Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid ha llevado a cabo una reconstrucción facial a partir del cráneo del santo
Hace un año, la Archidiócesis de Madrid recibía una propuesta por parte de la Hermandad de San Isidro: llevar a cabo un estudio forense del cuerpo del patrón de la ciudad con motivo del cuarto centenario de su canonización, con el objetivo de conocer su figura con más profundidad, aprovechando las nuevas tecnologías.
El estudio se ha llevado a cabo de la mano de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, la cual ha acogido este lunes, 28 de noviembre, la presentación de sus resultados, cuyas conclusiones, tal como ha resaltado el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, “no hacen sino reafirmar la tradición en torno a san Isidro”.
Y es que los hallazgos confirman su profesión, labrador, que murió entre los 35 y los 45 años y muestran la posibilidad de que fuera zurdo. Asimismo, señalan que sus orígenes son caucásicos y norteafricanos, algo que, tal como ha señalado el arzobispo, “habla de la acogida que siempre ha brindado Madrid a todo el mundo y así de la acogida que el propio san Isidro daba a los demás”. Asimismo, se han revelado nuevos datos, como la presencia de una moneda en su laringe, lo cual “dará pie a nuevos estudios y trabajos sobre este santo universal”.
En el acto se ha mostrado también una reconstrucción facial aproximada tras una virtualización del cráneo y la posterior caracterización en escayola. En él, han participado el vicerrector de Relaciones Institucionales de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Carlos Doadrio; el decano de la Facultad de Medicina, Javier Arias; las investigadoras Mónica Rascón, Ana Patricia Moya, María Benito y María Isabel Angulo, y el teniente de hermano mayor y presidente de la Real, Muy Ilustre y Primitiva Congregación de San Isidro de Naturales de Madrid, Luis Manuel Velasco.
Las inspecciones forenses al cuerpo del santo, que se hicieron procurando manipular los restos lo menos posible para respetar su integridad, tuvieron lugar los días 12 de enero de 2022, 26 de febrero, y 25 de abril. Tras el estudio, se ha elaborado un informe con los resultados del mismo, en el cual destaca, por otro lado, la existencia de distintos niveles de densidad en la parte posterior de algunos huesos, junto con un nivel separado de la masa encefálica en el cráneo, que puede explicarse a partir de la descripción del primer enterramiento del santo en el cementerio de San Andrés, zona acuosa por la que discurría un torrente.
En cuanto a la causa de la muerte de san Isidro, no se han encontrado en el cuerpo signos de violencia o traumatismos que puedan esclarecerla, pero sí se han evidenciado signos de algunas infecciones maxilares que podrían haber desembocado en mediastinitis, que en ocasiones desemboca en una sepsis.
“En este Año Santo pido su intercesión para que, con su ejemplo, nos cuidemos unos a otros y construyamos fraternidad en nuestras familias, con nuestros vecinos, en nuestros lugares de trabajo…”, ha añadido el cardenal al finalizar su intervención, agradeciendo, asimismo, la acogida de la UCM, el trabajo de las investigadoras en coordinación del delegado de las Causas de los Santos, Alberto Fernández, y la iniciativa de la Real Congregación de San Isidro de Naturales de Madrid.