El embajador de Ucrania ante la Santa Sede, Andrii Yurash, ha denunciado que Rusia es responsable del ciberataque al Vaticano. “Los terroristas rusos están dañando los sitios web: ¡muchas páginas de varias estructuras de la Curia romana se han vuelto inaccesibles!”, indicó el diplomático en su cuenta oficial de Twitter tras pasar el dominio .va caído durante varias horas en el día de ayer.
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“Los piratas informáticos rusos vuelven a mostrar la verdadera cara de la política rusa”, recalcó, tras asegurar que se trataba de una “respuesta a las últimas declaraciones” del papa Francisco.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, denunció que las palabras de Jorge Mario Bergoglio en una entrevista publicada esta semana por America Magazine sobre chechenos y buriatos demuestran no solo su “rusofobia”, sino también una “escandalosa perversión de la verdad”, según recogía después la agencia de noticias TASS.
Pero, ¿qué ha enfadado tanto al Kremlin? Estas palabras del Papa al ser preguntado por la guerra: “Cuando hablo de Ucrania, hablo de un pueblo martirizado. Si hay un pueblo martirizado hay alguien que lo martiriza. Cuando hablo de Ucrania, hablo de la crueldad porque tengo mucha información de la crueldad de las tropas que vienen. Generalmente los más crueles son quizás los pueblos que son de Rusia, pero no son de la tradición rusa, como los chechenos, los buryatis, etc.”.
En este sentido, continuaba: “¿Por qué no lo nombró a Putin?”, se preguntaba, para luego contestar: “Porque no era necesario, ya se sabía. Pero a veces la gente agarra un detallito y… Todos saben cuál es mi postura, con Putin o sin Putin, sin nombrarlo”.
Tres llamadas con Zelensky
Jorge Mario Bergoglio continuaba su explicación así: “El segundo día de la guerra fui a la embajada rusa, un gesto inusual porque un papa nunca va a una embajada. Y ahí le dije al embajador que le dijera a Putin que yo estaba dispuesto a viajar, a condición que me dejara una ventanita chiquita para negociar. Me contestó el canciller Lavrov, con mucha altura, una linda carta, donde comprendía que por el momento no era necesario”.
El Pontífice confirmaba también que había hablado por teléfono hasta en tres ocaciones con el presidente Zelensky. “También pensé viajar, pero tomé la decisión: si viajo, voy a Moscú y a Kiev, a las dos, no a un solo lugar. Y nunca di la impresión de estar tapando la agresión. Recibí acá, en esta sala, tres o cuatro veces a delegados de Ucrania, del gobierno. Y trabajamos juntos”, ha agregado.
Asimismo, Francisco recordaba que ha enviado a varios cardenales a Ucrania. “El cardenal Czerny fue dos veces, monseñor Gallagher, que es el encargado de los Estados, estuvo cuatro días en Ucrania y me llegó el relato de lo que vio; el cardenal Krajevsky viajó cuatro veces. Él va con su camioneta cargada de cosas y pasó toda la Semana Santa en Ucrania. O sea que la presencia de la Santa Sede con los cardenales es muy fuerte y estoy en contacto continuo con personas informadas”.
Remataba el Papa su respuesta aludiendo a la postura de la Santa Sede, que es siempre “buscar la paz y buscar un entendimiento”. “Y la diplomacia de la Santa Sede se está moviendo en esa dirección y por supuesto siempre está dispuesta a una mediación”, subrayaba.