El gran riesgo que atraviesa la humanidad, en un mundo plagado de conflictos, es, tal como ha señalado el papa Francisco, que “no encontremos la voluntad de construir la paz”. Así se lo ha hecho saber hoy a los miembros de la organización Leader pour la Paix, a quienes ha recibido en audiencia en el Vaticano.
- PODCAST: Escuelas católicas que se encuentran
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
“La experiencia nos enseña que, ante la guerra, silenciar las armas es el primer paso a dar, pero luego habrá que reconstruir el presente y el futuro de la convivencia, las instituciones, las estructuras y los servicios”, ha dicho el Papa. “La paz requiere formas de reconciliación, valores compartidos e, indispensablemente, caminos de educación y formación”.
Más que una paz teórica
Asimismo, Francisco ha apuntado que la construcción de la paz “nos pide ser creativos, ir más allá, si es necesario, de los esquemas habituales de las relaciones internacionales y, al mismo tiempo, oponernos a quienes encomiendan a la guerra la tarea de resolver las disputas entre Estados y dentro de los Estados, o incluso pensar en realizar con fuerza las condiciones de justicia necesarias para la convivencia entre los pueblos”.
“El uso de armas para resolver conflictos es un signo de debilidad y fragilidad”, ha aseverado, ya que “negociar, proceder a la mediación e iniciar la conciliación requiere valentía”. “Más aún se requiere el coraje de trabajar juntos ante el desafío de los últimos que piden no una paz teórica, sino una esperanza de vida. Construir la paz significa, por tanto, iniciar y apoyar procesos de desarrollo para eliminar la pobreza, vencer el hambre, garantizar la salud y el cuidado, salvaguardar la casa común, promover los derechos fundamentales y superar la discriminación provocada por la movilidad humana. Sólo así la paz se convertirá en sinónimo de dignidad para cada uno de nuestros hermanos y hermanas”.
