El papa Francisco denuncia un nuevo holocausto contra el pueblo ucraniano

“La historia se repite hoy en Ucrania. Que el recuerdo de la Operación Reinhardt suscite en todos nosotros resoluciones y acciones en favor de la paz”, ha reclamado en la audiencia general

Audiencia papa Francisco, Ucrania

El papa Francisco ha concluido hoy la audiencia general pidiendo a la Inmaculada que sea “consuelo para todos los que sufren la brutalidad de la guerra, especialmente por la martirizada Ucrania”. “¡Recemos por este pueblo mártir, que está sufriendo tanto!”, ha aseverado.



En sus saludos al término de su tradicional cita de los miércoles, el Pontífice ha recordado, dirigiéndose a los fieles polacos, los 80 años de la “Operación Reinhardt”, con la que los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial, exterminaron a 1,7 millones de judíos polacos –una cuarta parte de las víctimas de la Shoah–. “Que el recuerdo de este horrible suceso suscite en todos nosotros resoluciones y acciones en favor de la paz. Y la historia se repite. Veamos lo que está ocurriendo hoy en Ucrania. Recemos por la paz”, ha pedido.

Por otro lado, retomando el ciclo de catequesis sobre el discernimiento, Jorge Mario Bergoglio ha comenzado advirtiendo que, “cuando tomamos una decisión, hay algunos signos que nos permiten ver si Dios confirma que vamos por el buen camino”.

Según sus palabras, “uno de los signos es la paz, una paz que dura con el paso del tiempo y nos da armonía y fervor, aun en la cruz. Otro signo es la gratitud que experimentamos por los bienes recibidos de Dios, lo que nos lleva a vivir con más generosidad la relación con Él. También es importante cuando sentimos que hemos encontrado nuestro lugar en la vida, y eso nos permite afrontar con fortaleza los momentos difíciles”.

Contra la violencia de género

Como ha explicado el Papa, “el hecho de sentirnos libres frente a una decisión tomada, es decir, estar abiertos para cambiar o renunciar a ello sin apegos, también es un buen signo”. Y ha agregado: “Solo Dios sabe lo que es bueno para nosotros”.

En este sentido, se ha referido a “la posesión” como “enemiga del bien”, pues “mata el afecto”: “Los numerosos casos de violencia en el ámbito doméstico, de los que por desgracia tenemos noticias frecuentes, nacen casi siempre de la pretensión de poseer el afecto del otro, de la búsqueda de la seguridad absoluta que mata la libertad y la sofoca la vida, convirtiéndola en un infierno”.

Por ello, “reconociendo la presencia providente del Señor en nuestra vida, le ofrecemos lo que somos y tenemos, sabiendo que todo es un don suyo”. “Esta confianza en Dios es indispensable para poder tomar una buena decisión”, ha aseverado.

Por su parte, en su saludo a los peregrinos de lengua española, ha recordado que mañana se celebra la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María. “Pidamos a nuestra Madre que nos ayude a tomar buenas decisiones y a cumplirlas, para mayor gloria de Dios y bien de nuestro prójimo”, ha subrayado.

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