A las preocupaciones que se debaten en el Palacio Apostólico del Vaticano se suma una más. Las goteras se acumulan en la conocida Sala Regia, en la que hace siglos se recibía a embajadores reales y que es antesala de la Capilla Sixtina. Las intensas lluvias de las últimas semanas en Roma han dejado su huella en los tejados de esta zona.
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Vigas centenarias
Si bien en las estancias más nobles del palacio papal hay continuas obras para la restauración de la estructura o los diferentes frescos que abundan por escaleras y pasillos; ahora los daños de las techumbres sin una preocupación para los expertos según ha publicado la prensa italiana. De hecho, en la Sala Regia ya se produjeron desprendimientos del estuco del techo no hace mucho.
Además, algunas de las salas de audiencias cercanas no han podido utilizarse últimamente debido a diferentes problemas de humedad. Los expertos vigilan ahora el estado de las centenarias vigas de roble del Palacio Apostólico. Y es que aunque Francisco haya dejado libres los apartamentos pontificios, en estas estancias se han continuado celebrando diferentes recepciones. Además es sitio obligado de paso para los cardenales reunidos en cónclave.