Mientras la Compañía de Jesús ha confirmado que ha adoptado una serie de medidas cautelares contra el conocido artista esloveno Marko Ivan Rupnik, el provincial de los jesuitas en su país se desmarcaba de las acusaciones de abusos a tres religiosas de la comunidad de Loyola en Liubliana, presuntamente cometidos hace casi 30 años. Algo sobre lo que el gobierno central de la Compañía ya se ha pronunciado.
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Sin condena
La denuncia que ha abierto una investigación se produjo en 2021 y cuestionaban la forma de ejercer su ministerio por parte del religioso, tanto es así que se le ha prohibido confesar, predicar ejercicios espirituales o acompañar espiritualmente a pesar de que el veredicto de Doctrina de la Fe es que los hechos han prescrito –ya que no había menores entre los denunciantes–.
Miran Žvanut, el provincial, ha aportado un dato nuevo en unas declaraciones a Radio Ognjišče y es que la denuncia “no fue presentada por las religiosas, como afirman falsamente algunos medios de comunicación”.
Por ello recalca que “no hay condena o sanciones” sino simplemente “unas medidas cautelares” que han ido más allá de la investigación preliminar. Žvanut también ha querido dejar claro que Rupnik no depende jurídicamente de esta provincia jesuita ya que en las últimas décadas las ha pasado en el Centro Aletti de Roma y que las investigaciones no se han desarrollado desde esta instancia.