El árbol de Navidad impera en las salas y pasillos de 17 sedes regionales frente a los nacimientos que decorarán las sedes de 10 autonomías
La guerra cultural de las siglas políticas llega un año más a las fiestas navideñas a la hora de elegir la decoración de las diferentes sedes autonómicas. Así lo manifiesta una recopilación hecha por la agencia EFE sobre las opciones de los presidentes de las comunidades autónomas a la hora de seleccionar los adornos de este tiempo –frente a la gran tradición belenística española–. Y es que el árbol de Navidad impera en las salas y pasillos de 17 comunidades frente a los nacimientos que decorarán las sedes de 10 autonomías.
Los belenes estarán presentes en todas las sedes de los gobiernos autonómicos del PP. Isabel Díaz Ayuso ya ha inaugurado el gran belén de la Real Casa de Correos en plena Puerta del Sol montado por la Asociación de Belenistas de Madrid. También se han decantado por un nacimiento artístico en Andalucía –con su gran belén costumbrista del palacio de San Telmo, residencia oficial del presidente– y Murcia –donde se coloca uno de Francisco Salzillo en el palacio de San Esteban–. Los presidentes de Castilla y León y Galicia también han montado sendos belenes. En todas las sedes hay también árbol de Navidad. La ciudad de Ceuta, gobernada por los populares, colocará el belén en la entrada del Ayuntamiento previsiblemente sin árbol –según la tradición de los últimos años–.
Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana, Navarra y La Rioja son las únicas autonomías gobernadas por el PSOE que tendrán árbol y nacimiento. En el Palau de la Generalitat de Cataluña se instalará un belén en la galería gótica. Aragón, Baleares, Canarias –tanto en la sede de Las Palmas de Gran Canaria como en la de Santa Cruz de Tenerife– y Extremadura solo colocarán un árbol, algo ya que ya ocurría con gobiernos del PP en algunas de las sedes. Asturias no ha decorado la sede de Presidencia pero habitualmente se colocaba un árbol de Navidad y no un belén. Lo mismo ocurre en Cantabria y en el País Vasco donde hace años que no se coloca un belén como parte de la decoración.