La fiesta de la Inmaculada Concepción en Chile tiene especial importancia y gran arraigo devocional, tanto que el 8 de diciembre es feriado nacional. Muchas parroquias la tienen como patrona y en su fiesta realizan actividades especiales de celebración con más participación de fieles.
En varias diócesis hay santuarios que reciben miles de peregrinos en este día. En muchos casos requieren apoyo de las autoridades civiles y policiales para cerrar caminos de acceso, autorizar instalación de comerciantes, disponer atención médica y de primeros auxilios.
Es lo que ocurre en Lo Vásquez, pequeña localidad a 84 kilómetros al poniente de Santiago, junto a la carretera que une la capital con Valparaíso. Allí hay una pequeña capilla dedicada a la Inmaculada Concepción desde mediados del siglo XIX. Ha sido reconstruida en 3 ocasiones debido a efectos de terremotos. Desde su origen ha sido polo de devoción para miles de peregrinos que acuden desde Santiago, Valparaíso y otras ciudades, muchos de ellos caminando, hasta el santuario, donde las misas y otras actividades se mantienen durante dos días.
Después de 2 años de celebraciones online debido a la pandemia este año ha vuelto a ser presencial, con el lema “Con esperanza y alegría volvemos a María” y una concurrencia que ha superado las cifras anteriores, alcanzando al millón de personas, según informe de Carabineros.
Lo Vásquez está en la diócesis de Valparaíso. Su obispo, Jorge Vega, fue trasladado desde la Prelatura de Illapel en junio de 2021, año que la fiesta fue online. Ahora ha dicho que “Esta es la primera vez que estoy participando en esta Fiesta en plenitud y hay varios aspectos que me han llamado la atención positivamente, en primer lugar, que las personas vienen de lugares tan diversos. Muchos de la diócesis de Melipilla, otros desde Santiago, pero también me ha tocado atender a hermanos que vienen desde Curicó, Osorno, Puerto Montt”.
También le llamó la atención que “muchos han venido a visitar a nuestra Madre a pie, otros a caballo. Gran cantidad de ciclistas que llegaron durante la madrugada. Por otra parte, el segundo aspecto que impresiona es la fe de las personas que asisten al Santuario, muchos vienen en un espíritu de absoluta gratitud. Eso me impresiona y confirma que esta es sin duda una peregrinación de agradecimiento, principalmente”.
También en la ciudad de Concepción se vivió esta fiesta. Una gran cantidad de personas llegó hasta el santuario del cerro La Virgen donde participaron en misas que se celebraron durante todo el día 8, desde las 6,30 am hasta la clausura a las 18 hrs que presidió el arzobispo Fernando Chomalí.
En su homilía, Chomalí dijo: “Durante este día hemos venido quienes necesitamos la misericordia de Dios, hemos venido aquellos que creemos que sin el Señor no podemos hacer nada, estamos aquí los que creemos que mirando a la Virgen María podemos tener una vida conforme a nuestra dignidad de ser humano”.
El arzobispo agregó que “hoy día celebramos la salvación que nos viene de Jesucristo a través de la Santísima Virgen María”. Al referirse a la multitud que llegó al santuario durante el día, personas muy diferentes, agregó que “nos une algo tremendamente profundo: nos une la fe en Jesucristo, nos une el amor a la Virgen María y a la Iglesia. Y ese amor es indestructible y nos garantiza a cada uno de nosotros un sentido en la vida”. “Por eso tenemos una roca en la cual asentar nuestra vida, una roca en la cual asentar nuestro trabajo y una roca en la cual asentar a nuestras familias, que tanto queremos”, dijo Chomalí.
Un gesto novedoso fue en el momento de la presentación de las ofrendas cuando, además del pan y vino, también fue llevado el “trabajo arquidiocesano de bajada de la Tercera Asamblea Eclesial Nacional, que para nosotros es la semilla para un trabajo pastoral sinodal en nuestras parroquias”.
En la diócesis de Rancagua miles de peregrinos llegaron hasta el santuario ubicado en la parroquia de La Compañía, después de dos años sin poder hacerlo. Aquí la fiesta se inició en la víspera con una ‘Misa a la chilena’, seguida de misas cada una hora hasta medianoche y al día siguiente desde las 5 am hasta las 19 hrs. En la noche previa entre la medianoche y las 5 am se turnaron cantores ‘a lo divino’ mostrando sus creaciones.
En Santiago, como ha sido tradición, una muchedumbre subió hasta el Cerro San Cristóbal en cuya cima está la imagen de la Inmaculada Concepción que domina la ciudad. Tiene 14 metros de alto con un pedestal de 8,30 metros que incluye una capilla en su interior. También aquí se celebraron misas cada una hora desde las 6 am hasta las 18 hrs. Hasta esa pequeña capilla llegó el Papa Juan Pablo II, en su primera actividad en Chile, allí oró y desde ahí dio su bendición a los chilenos, a las pocas horas de haber llegado al país, en abril de 1987.