Dos fallecidos – menores de edad – y más de 30 heridos es el saldo de las protestas que se han registrado en Andahuaylas, departamento de Apurímac, sur del Perú, cuando manifestantes tomaron el aeropuerto local para impedir lleguen los refuerzos policiales desde Lima.
Los manifestantes exigen adelanto de elecciones, disolución del Congreso y la liberación del depuesto Pedro Castillo. Aún cuando la presidenta Dina Boluarte anunció el adelanto de elecciones generales para 2024, esto no ha amainado el descontento de los seguidores de Castillo.
Desde la Conferencia de obispos de Perú se han solidarizado con los familiares de los fallecidos e hicieron un llamado a la serenidad a quienes protestan en diversas ciudades del país, pero que ejerzan “su derecho sin violencia”.
Asimismo han pedido a las fuerzas del orden “actuar en el marco de la Ley, velando por la integridad de las personas”.
Los prelados piden a las Instituciones del Perú buscar la estabilidad política, porque “no podemos darnos el lujo de un desgobierno en nuestra Patria”.
Tanto al poder ejecutivo como legislativo han pedido “preocuparse por la institucionalidad, el orden democrático, el debido proceso y el bien común de todos los peruanos, en especial, de los desprotegidos”.
“Nuestro país no debe continuar en la zozobra, el miedo y la incertidumbre. Necesitamos diálogo sincero, calmar los ánimos para proteger nuestra débil Democracia, conservar la institucionalidad y mantener la fraternidad de nuestro pueblo. La violencia no es la solución a la crisis ni a las diferencias”, han dicho.
Foto: CNN