Los obispos de la región eclesiástica Patagonia-Comahue invitaron en esta Navidad a “fijar nuestra mirada en Jesús ‘envuelto en pañales y acostado en un pesebre’ (Lc. 2,12)”, tal como fue la propuesta del papa Francisco en la Jornada Mundial de los Pobres, recientemente celebrada, que convocó a mirar a Jesús que siendo rico se hizo para enriquecernos con su pobreza.
El mensaje fue firmado por: Fernando Croxatto y Virginio Bressanelli (diocesano y emérito de Neuquén); Alejandro Benna y Néstor Navarro (titular y emérito de Alto Valle del Río Negro); Juan José Chaparro (administrador apostólico de San Carlos de Bariloche y electo de Merlo-Moreno); Jorge García Cuerva, Fabián González Balsa y y Juan Carlos Romanín, sdb (titular, auxiliar y emérito de Río Gallegos, respectivamente); Joaquín Gimeno Lahoz y Roberto Álvarez (diocesano y auxiliar de Comodoro Rivadavia); Esteban M. Laxague, sdb (Viedma); José Slaby, c.ss.r. (prelado de Esquel).
Seguidamente, los prelados aseguraron que de ese encuentro con el Niño Dios, “saldremos ciertamente enriquecidos como personas y como sociedad“.
Los obispos de la Patagonia aseguraron que en este encuentro con Jesús se podrá descubrir:
Los pastores patagónicos manifestaron que celebran esta Navidad tomando el testimonio de quien fue proclamado santo el pasado 9 de octubre, Artémides Zatti. Según detallan, en esta tierra, “su vida proclama cuánto vale lo que podemos hacer por el bien de los demás“. Asimismo, aludieron al accionar de Zatti para aliviar el dolor de la enfermedad, de la pobreza y de la marginación. “Nada lo detenía ante la urgencia de sanar, aliviar, consolar. Su presencia sencilla, alegre y atenta transfigura la presencia de ese Dios que cuida su pueblo” expresaron.
Consideraron que su ejemplo despierta en muchos dar lo mejor de sí para hacer que la vida de otro sea más digna. Ser “buen vecino” expresa su compromiso en construir una sociedad más humana. Refirieron también lo expresado en septiembre pasado ante la canonización del enfermero salesiano: “Así fue la vida de Zatti: tocó la miseria humana, la carne sufriente de los hermanos más pobres. Se jugó la vida por ellos, sumó a muchos otros para esta causa. Su vida se complicó mucho, pero fue feliz siguiendo los pasos de Jesús, entregando la vida por los demás, siendo un hermano de este pueblo patagónico. Zatti nos anima a andar este camino”.
Finalmente, repitieron el pedido de poner la mirada en el Niño Dios, y reclamaron: “Compliquémonos la vida”, sirviéndola a los demás, a la luz de Jesús que desde Belén nos dice: “No vine a ser servido sino para servir y dar la vida en rescate a una multitud” (Mt.20,28).