El pasado mes de octubre, el Gobierno irakí desalojaba el campo de refugiados Virgen María, el cual albergaba a más de 120 familias cristianas que huyeron de Mosul y de la llanura de Nínive tras los ataques yihadistas de 2014. El motivo: la construcción de un nuevo centro comercial en el barrio de Zayouna, en Bagdad.
- PODCAST: La credibilidad de Caritas Internationalis
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Ahora, tal como avanza Asia News, serán las estructuras del antiguo seminario de Dora, a las afueras de Bagdad, las que han sido restauradas en tiempo récord para acoger a estas familias. La solución ha sido ideada y ejecutada por el Patriarcado caldeo, después de que el Gobierno de Irak dejara a estas familias nuevamente sin hogar.
Visita del Patriarca caldeo
En la primera quincena de octubre, el Patriarca caldeo, Louis Raphael Sako, visitaba el edificio que acogía el refugio Virgen María para mostrar su cercanía a las familias.
Después de su visita, el cardenal contactaba con las autoridades políticas, propietarias del terreno donde se levanta el complejo, “para posponer la evacuación durante al menos un año o para encontrar una alternativa adecuada para acoger a estas familias”. Una solución que, finalmente, ha sido hallada en pocas semanas.