Además de las audiencias individuales, el papa Francisco ha comenzado el día de su cumpleaños con la delegación del Premio Madre Teresa. Un galardón representado en la escultura “La caricia de la Madre Teresa para los pobres del mundo” que ha reconocido la labor de la franciscana siria Hanna Jallouf, al obrero sin hogar Gian Piero conocido como Wué y al industrial italiano Silvano Pedrollo.
- PODCAST: La Iglesia transforma su voluntariado
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Mujer valiente
En su breve intervención. Francisco destacó a la Madre Teresa como “una mujer valiente que atravesó verdaderas tormentas espirituales con oscuridad en su interior”, ante lo que siguió rezando. Por eso ha reconocido que de la santa permanecerá “el mensaje de la pobreza, el mensaje de la cercanía, el mensaje de la fraternidad, el mensaje de la oración”.
“Ayúdanos Madre Teresa del cielo a vivir la pobreza con sencillez y oración. Así podemos ayudar a los demás, y no es mera beneficencia; eso es bueno, la beneficencia es buena, pero es pagana. Cristiana es cercanía, caridad con oración. Y eso es bueno”, imploró el Papa.