En una audiencia con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos, el papa Francisco ha autorizado diferentes procesos. Así, ha dado el visto bueno al milagro que llevará a la beatificación del uruguayo Jacinto Vera, obispo de Montevideo en el siglo XIX. A la beatificación también llegarán, tras reconocerse el martirio, una familia polaca entera la formada por el matrimonio José y Victoria Ulma y sus siete hijos; y, mediante la vía de la ofrenda de la propia vida el laico brasileño Francisco de Castro Holzwarth.
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Religiosos y fundadoras
Además también se han reconocido las virtudes heroicas de diferentes siervos de Dios que, desde este momento pasan a ser “venerables”. Es el caso del sacerdote italiano Ugo De Blasi, el presbítero polaco Alessandro Woźny; el cofundador de la Sociedad de Cristo para los emigrantes polacos y fundador de una congregación femenina con el mismo carisma, Ignacio Posadzy; el conocido jesuita misionero en china Mateo Ricci; el franciscano conventual rumano Martin Benedict; el jesuita de origen español y fallecido en Argentina Marco Figueroa.
También acceden a este reconocimiento distintas fundadoras. Es el caso de la fundadora de las Religiosas de san Antonio, la italiana Miradio de la Providencia de San Cayetano; la fundadora de las Ursulinas del Sagrado Corazón de Asola, la italiana María Ignacia Isacchi; la fundadora de las Oblatas del Divino Amor, la italiana Margarita Crispi; la fundadora de la Hermanas Misioneras de Jesús Eterno Sacerdote, la italiana Margarita María Guaini; la fundadora del instituto secular de las Señoritas Operarias Parroquiales, la catalana Magdalena Aulina Saurina. A ellas se suma la religiosa mínima de la Dolorosa, la italiana Teresa Veronesi, y la laica de la Asociación Femenina Médico-Misionera Luisa Guidotti Mistrali, italiana fallecida en el actual Zimbabue en 1979.
