Pedro Barreto: “Perú vive un enfrentamiento abierto y provocativo por ambas partes”

Cardenal arzobispo de Huancayo

Desde que Pedro Castillo llegó al poder en junio de 2021, tras un muy reñido resultado, el cardenal arzobispo de Huancayo, Pedro Barreto, ha sido objeto de ataques de ambos lados. Durante la campaña presidencial, sectores ligados al fujimorismo lo tildaban de comunista, mientras que Aníbal Torres, quien fuera presidente del Consejo de Ministros del Gobierno de Castillo, insultó al purpurado acusándolo de “miserable” y de ser un “agente infiltrado de la derecha”.



Entre esas dos aguas, el también primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana conversa con Vida Nueva, tras la crisis política que se ha desatado en el país suramericano y que sigue en desarrollo habida cuenta de que “en diversas ciudades del país se están realizando actos de respaldo al ex presidente. Solicitan, además, el cierre del Congreso y la convocatoria de nuevas elecciones generales”.

PREGUNTA.- ¿Podría calificarse la crisis actual como una pugna de poder entre el legislativo y el ejecutivo?

RESPUESTA.- Sí, es lo que la sociedad percibe. Un enfrentamiento abierto y provocativo de ambas partes. Sin embargo, debo indicar que el problema de fondo es la diversidad de posiciones políticas e ideológicas que se dan al interior del Congreso de la República. A esto se suma que la sociedad peruana ha entrado en una espiral de violencia verbal entre los extremos con la bajeza de los insultos y la falta de respeto elemental a la persona. Mientras tanto, es la sociedad la que experimenta las consecuencias de la conflictividad social y política: violencia, desigualdades sociales y económicas, polarización, corrupción y falta de esperanza, especialmente entre los más pobres.

Primera mujer al mando

P.- ¿Cuánta legitimidad tiene Dina Boluarte para contar con el respaldo de las mayorías?

R.- La elección de la primera presidente mujer en la historia republicana del Perú es constitucional porque fue elegida como vicepresidenta. Nadie lo duda. La legitimidad se hará real si procede, de una manera nueva, “porque la grandeza de la política se muestra cuando, en momentos difíciles, se actúa por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo” (FT 178).  Es decir, un proyecto de nación que sea inclusivo, promueva la justicia y la ansiada fraternidad que debe reinar en toda sociedad.

P.- ¿Qué ocurre en Perú que no encuentra aún la senda de la estabilidad política?

R.- Ante los continuos signos de corrupción en todos los niveles de la sociedad peruana, crece la desconfianza y el desánimo. Lamentablemente la política, que es el servicio de buscar el bien común, tropieza con la tentación de los operadores políticos de servirse del poder que le ha otorgado la sociedad, para servir a intereses personales y de grupo. También se puede aplicar en otros campos de servicio como es la salud, la educación, la economía o, también, en la misma religión.

Nuestros antepasados, los incas, tenían tres afirmaciones fundamentales para la vida en sociedad:  Ama Sua (No seas ladrón), Ama Llulla (No seas mentiroso) y Ama Quella (No seas flojo). Gran enseñanza que debemos asumir y practicar para encaminar la política en el Perú.

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