“En nombre de Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado, que vino a traernos la verdadera paz, lanzamos un grito desde nuestros corazones de pastores a nuestros hermanos y hermanas haitianos, aquí y en otros lugares, y a la comunidad internacional, sobre la extrema gravedad de la situación”. Así comienza el llamamiento que han hecho los obispos de Haití, clamando por la paz en su mensaje de Navidad.
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De esta manera, tal como recoge Fides, los obispos hacen un llamamiento a los grupos ilegítimamente armados y a quienes los financian, para que “detengan la locura asesina del odio, del desprecio por la vida” y “¡silencien sus armas!”.
El drama de la migración
Asimismo, señalan que este es el momento de “reconstruir las instituciones, en especial la Justicia”, con el objetivo de “frenar la cultura de la impunidad que es la causa lógica de la perpetuación de la corrupción y la violencia en el país” y así garantizar un futuro mejor.
Por otro lado, los obispos tocan en su mensaje también el tema de la emigración de tantas personas que, debido a la situación del país, se ven forzadas a refugiarse “a toda prisa y por todos los medios”, en territorios donde no siempre son bienvenidos. En concreto, hacer referencia a República Dominicana, donde “son objeto de un trato indescriptible, que pisotea los principios e imperativos de los derechos humanos, el derecho internacional humanitario, el derecho de los refugiados y, en especial, el Protocolo de 1999”.