“El mensaje de la buena noticia de la Navidad resuena hoy junto al estruendo de la guerra y el choque de las armas en Ucrania, que sufre las horribles consecuencias de una provocativa e injusta invasión. Para nosotros los cristianos, todas las guerras son el asesinato de nuestros hermanos, ya que, como proclamó el Santo y Gran Concilio de la Iglesia ortodoxa, son el resultado de la presencia del mal y del pecado en el mundo”. Así lo ha subrayado Bartolomé, patriarca de Constantinopla, en su mensaje de Navidad de este año.
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Asimismo, el patriarca ecuménico ha subrayado que “nuestro Salvador bendice a los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios”. Sin embargo, ha señalado que “nunca en la historia de la humanidad la paz entre los pueblos ha sido una condición dada por sentada”. En este sentido, Bartolomé ha apostillado el papel de las religiones como “resultado de iniciativas inspiradas, de coraje y sacrificio, de resistencia a la violencia y rechazo a la guerra como medio para resolver las diferencias, y una lucha perpetua por la justicia y la protección de la dignidad humana”. “Su contribución a la paz y la reconciliación constituye el criterio principal para la credibilidad de las religiones”, ha aseverado.
Mensaje para Kirill
“Dentro de las tradiciones religiosas, indudablemente hay motivaciones no solo para la paz interior, sino también para el avance y establecimiento de la paz social y la superación de la agresión en las relaciones entre personas y naciones”, ha continuado el patriarca. “Esto es especialmente significativo en nuestro tiempo cuando se mantiene la posición de que la paz se asegurará debido al desarrollo económico, un aumento en los niveles de vida, y el progreso de la ciencia y la tecnología a través de la comunicación digital e internet”.
Sin embargo, el patriarca se ha mostrado convencido de que “no puede haber paz entre los pueblos y las civilizaciones sin paz entre las religiones sin diálogo y colaboración”. “La fe en Dios fortalece nuestro esfuerzo por un mundo de paz y justicia, incluso cuando ese esfuerzo enfrenta obstáculos humanamente insuperables”, ha añadido. Y, de esta manera, sin hacer referencia directa al Patriarca ortodoxo ruso, Kirill, ha afirmado que “de todos modos, es inaceptable que los representantes de las religiones prediquen el fanatismo y aviven las llamas del odio”. Algo que contrasta con la posición que ha tomado Kirill con respecto a la guerra, llegando a defenderla y justificarla en distintas ocasiones.