Pedro Zafra: “Dios no nos ha dejado solos en Ucrania”

Pedro Zafra: “Dios no nos ha dejado solos en Ucrania”

Pedro Zafra, cordobés de 31 años del Camino Neocatecumenal, llegó hace 11 a Ucrania para formarse en el Seminario Misionero Redemptoris Mater de Kiev. Ordenado allí hace año y medio, el pasado 24 de febrero le sorprendió el estallido de la guerra y, pese a la solicitud de la Embajada de España, decidió permanecer con los suyos.



Como en la Iglesia de las catacumbas, abrió el templo a 35 personas de la parroquia y, sin poder salir a la calle, bajo el eco de las bombas, convivieron durante varias semanas todos juntos: “Rezábamos el breviario y las laudes, hacíamos adoración al Santísimo, preparábamos cada día la Eucaristía… Entonces, como hoy, sentimos que Dios no nos ha dejado solos. Dios ama a sus hijos y permite el sufrimiento para encontramos con Él. El mismo Jesús rogó por sus enemigos mientras le crucificaban. Esta es nuestra misión, estar con la gente, a disposición de todos, hablar con ellos y ofrecerles una palabra de consuelo”.

Situación precaria

Meses después, la situación está más controlada en Kiev, pero las condiciones siguen siendo duras: “Muchos han debido huir de sus casas y ciudades y otros han tenido que salir del país. En pleno invierno, hay muchos cortes de luz, agua y calefacción. Las infraestructuras están muy dañadas y la situación es precaria. Muchos desplazados de todo el país han llegado aquí y están desesperados por no tener trabajo”. Para el sacerdote, “este dolor nos ayuda a tener un encuentro vivo con el Señor, que a veces se manifiesta cuando no tenemos el control de nuestra vida. El único camino para entrar en la salvación es la cruz”.

Eso sí, la comunidad no se queda de brazos cruzados: “La parroquia se ha abierto a la gente. Repartimos comida, medicamentos y ropa. Buscamos ser una luz y testimoniar que Jesucristo está presente dentro del sufrimiento. Cada día, Dios nos ofrece una palabra de consuelo y ánimo”.

Pese a las dificultades, preparan con ilusión la Navidad: “Como hay toque de queda a las once de la noche, la misa del gallo será un poco antes. También tendremos un teatro con los niños de la parroquia en el que encarnaremos el Belén. Jesús nació indefenso y tuvo que escapar a Egipto con sus padres, sufriendo persecución. Al igual que Él, nosotros estamos llamados a recorrer ese camino. Damos gracias a Dios por un nuevo día de vida más”.

Su “deseo” navideño

Zafra tiene claro su “deseo” navideño: “Que nazca en nosotros el anhelo de encontrarnos con Jesucristo y que Él nazca en nuestros corazones”. Él se siente configurado por lo vivido:
Doy gracias a Dios por poder vivir hoy en Ucrania, experimentando que es un padre bueno. Si Jesucristo está en el centro de nuestra vida y sentimos que nos lleva, podemos tener paz”.

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