El papa Francisco, según ha podido confirmar el diario francés La Croix, mostró, el pasado mes de agosto, su deseo de visitar Mongolia en respuesta a una invitación de los dirigentes políticos del país. El pontífice, que ha creado un cardenal, del país asiático es favorable a acudir a visitar a la pequeña comunidad cristiana que existe en una región de mayoría budista.
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Invitación oficial
La petición formal se la trasladó al Papa el que fuera presidente de Mongolia Nambaryn Enkhbayar, que fue recibido en audiencia el pasado 24 de agosto. Ahora, el cardenal Giorgio Marengo, Prefecto Apostólico de Mongolia, ha confirmado al medio francés que “el Santo Padre ha aceptado esta invitación”. Marengo también ha señalado que no hay aún fechas sobre la mesa pero que se espera que el viaje se produzca en este 2023 que está a punto de comenzar.
De hecho, el purpurado, ha señalado también que en el edificio de la Prefectura Apostólica ya se está preparando una sala adaptada a las dificultades de movilidad del Papa. “Hemos hablado de la posibilidad de una visita con los fieles, que, por supuesto han expresado una gran alegría”, añadió el cardenal Marengo que desea transmitir prudencia hasta que se formalice la fecha y la agenda del viaje.
Y es que no sería la primera cancelación vaticana que vive Marengo, quien esperaba recibir este mes al arzobispo Paul R. Gallagher, de la Secretaría de Estado, para celebrar el 30 aniversario del restablecimiento de relaciones entre Mongolia y la Santa Sede en Ulán Bator. Esta visita se ha aplazado debido a las importantes manifestaciones que se produjeron en la capital. La salud de Juan Pablo II impidió una visita también en 2003, con motivo del décimo aniversario de la llegada de los primeros misioneros al país.