Decenas de miles de peregrinos llegaron hasta el pequeño pueblo de Andacollo, al interior del puerto de Coquimbo, a 480 kilómetros al norte de Santiago, a venerar a la Virgen de Andacollo, Nuestra Señora del Rosario.
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Cada año la celebración incluye la novena previa, por lo que se inicia el 16 de diciembre para culminar el 26 con la Eucaristía de la Fiesta de Nuestra Señora de Andacollo y la procesión con la imagen de la Virgen. Todavía, el día 27 se celebra la Eucaristía de Despedida y la procesión para trasladar la imagen al templo donde permanece durante el año.
Una celebración que marca la vida
Las manifestaciones sociales de fines del 2019 y la pandemia en los dos años siguientes impidieron esta celebración. Jaime Guerrero, Cacique General de los Bailes Religiosos pertenecientes al santuario de Andacollo, se mostró alegre de volver a la fiesta tradicional y agradeció “a la ‘Chinita’, como la llamamos nosotros. Vamos a tener una muy linda fiesta, sin restricciones, algo que anhelábamos desde que se inició la pandemia, que nos afectó mucho”.
El lunes 26 tuvo lugar la celebración principal con una eucaristía celebrada por el arzobispo de La Serena, René Rebolledo, seguida de la procesión con la imagen de la Virgen. Al dar a conocer el programa de estos días, Rebolledo había dicho que esperaban peregrinos de otras ciudades “todos agradecidos por una celebración que marca nuestra vida. El encuentro en Andacollo con el Señor y la Virgen santa, es simplemente inolvidable. Que Ella nos anime en la fe, la esperanza y el amor”, pidió el arzobispo en esa ocasión.
Por su parte, el alcalde de Andacollo, Gerald Cerda, al término del día lunes expresó que “la jornada se desarrolló en orden y tranquilidad, esto siempre en permanente monitoreo por nuestro equipo municipal y de Carabineros”.
Cerda agregó que “nuestra Virgen de Andacollo llama a una cantidad impresionante de fieles; de familias que siguen recorriendo la ruta del peregrino; que los bailes chinos danzan como siempre con el mismo espíritu fiel de respeto y agradecimiento hacia nuestra chinita del Rosario y que todas las personas comprenden que lo principal no es el comercio, sino que es la celebración de la madre de Jesús, contrayendo un mensaje de reflexión en estos tiempos difíciles en todo ámbito, orientado a siempre buscar ser mejores personas, tolerantes y constructores de una sociedad en la cual todos nos necesitamos”, dijo el Alcalde.
Bailes religiosos
Nuestra Señora del Rosario de Andacollo, advocación a María propia de esta región, es también la patrona de la Arquidiócesis de La Serena. La leyenda se inicia durante la conquista de Chile cuando la ciudad de La Serena, recién fundada, fue incendiada en una rebelión de nativos en 1549. Los españoles huyen al sur, hacia Santiago, y en el actual sector de Andacollo esconden una pequeña imagen de la Virgen del Rosario. Un indio la encontró, la llevó consigo y la veneró asociada a la Pachamama (Madre Tierra). Otros vecinos suyos comenzaron a ofrecerle danzas similares a las que se practicaban en Perú y Bolivia.
Se cuenta que esa imagen desapareció misteriosamente. Sin embargo la tradición se mantuvo y en 1676 fue bendecida una nueva imagen que se ha hecho célebre por los milagros por intercesión de la Virgen María, a través de la actual imagen. De ahí que son miles los peregrinos que llegan al santuario a pagar sus ‘mandas’, cumplir sus promesas y expresar su devoción.
La forma más llamativa de esta devoción son los bailes religiosos. Cofradías con decenas de años y decenas de participantes se preparan durante el año para bailar ante la imagen de la Virgen durante esta fiesta.
La piedad popular en Andacollo ha tenido una evolución lenta pero sostenida que se puede apreciar en la edificación de lugares de culto cada vez más espaciosos y de mayor riqueza arquitectónica. De hecho, tanto el templo chico como la Basílica han sido declarados monumentos nacionales.
Devoción creciente
El ‘templo chico’ es el lugar de residencia habitual de la imagen de la Virgen de Andacollo. De una pequeña capilla de paredes de barro y techo de coirón, a fuerza de la devoción creciente del pueblo, se fue transformando en un templo de aspecto austero, pero con una decoración barroca, especialmente en el retablo recubierto de plata donde se venera la imagen milagrosa.
La Basílica menor, diseñada por el arquitecto italiano Eusebio Chelli, de estilo románico bizantino, tiene estructura de madera de pino Oregón traída desde California y sus adobes están cubiertos por láminas de fierro galvanizadas, por el exterior, y por el interior con cañas de Guayaquil. Posee 36 columnas, 5 gigantescas puertas, 5 naves. Los cimientos sobre los cuales se posa son 6 metros de piedras y cemento. Mide 30 metros de ancho, 70 de largo y 45 metros de alto en la cúpula, 40 metros en la parte media y 50 metros en las torres. Tiene capacidad para 10 000 personas.
Andacollo es una comuna pequeña al interior de la Región de Coquimbo, a poco más de mil metros sobre el nivel del mar, en ella está la ciudad del mismo nombre que tiene casi 12 mil habitantes. En estos días de fiesta esa población llega a los 100 mil.