El proyecto general fue impulsado por la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agrarias y la Dirección de Servicios Operativos de la Universidad Católica Argentina, con el asesoramiento de la Comisión Nacional de la Energía Atómica (CNEA). Esta iniciativa está en sintonía con el llamado del papa Francisco a contribuir con un desarrollo sustentable asumiendo, en forma responsable, los efectos del cambio climático, y desde el 2018, se han instalado más de 1500 paneles.
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Ahora fue el turno de dos edificios situados en Mendoza: el universitario, donde se instalaron 216 paneles, y el Colegio papa Francisco, donde ya funcionan 82 unidades de módulos solares fotovoltaicos con los que se produce el 30 por ciento de su energía consumida.
Miguel Mallar, decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias Económicas de UCA Mendoza, sostuvo que desde hace tiempo se viene aplicando una política de reconversión de uso energético hacia fuentes sustentables, como la energía fotovoltaica. “El objetivo principal que es el cuidado de la casa común sostenido por el papa Francisco en la Encíclica Laudato si”, expresó.
El arquitecto Fernando Mamotiuk, a cargo de la Dirección de Servicios Operativos de la UCA, explicó que este proyecto apunta a mejorar la calidad energética y el respeto hacia un ambiente sano. Además, los beneficios son múltiples: “el más significativo es el ahorro de energía, ya que vamos a generar más de 120 kw pico entre los dos edificios”, indicó .
Fueron colocados sobre una pérgola, conformando el primer parking solar de la Universidad con la cobertura de 36 cocheras. Se instalaron, además, otros 108 paneles fotovoltaicos sobre la cubierta del establecimiento. Se estima que se llegará a cubrir más del 50% del consumo energético de todo el edificio.
De la mano de la tecnología
El equipamiento instalado incluye paneles solares de 450 Wp y tres inversores de 40 kW, con sistema de medición inteligente Schneider. De este modo se generarán las unidades de energía necesarios para permitir el ahorro de energía y la reducción de la huella de carbono.
Los módulos solares fotovoltaicos fueron colocados en la cubierta del edificio y alcanzan así una superficie total equivalente a 600 m2. Cabe destacar que los sistemas de BGH Eco Smart son escalables, con lo cual se puede incrementar la potencia a futuro.
Entre sus múltiples ventajas, el uso de energía solar permite acceder a una fuente inagotable, no contaminante y sostenible. Al mismo tiempo, su competitividad es creciente dado el aumento del precio de los combustibles convencionales en gran parte del mundo y permite su almacenamiento durante el día, alcanzando lugares aislados de la red de electricidad o siendo muy útil ante situaciones de corte de suministro.