Cuatro exhortaciones apostólicas postsinodales dedicadas a la Eucaristía, la Palabra de Dios, la Iglesia en África y la situación en Oriente Medio. El hoy fallecido Benedicto XVI, que fue catedrático de Dogmática en la Universidad de Ratisbona, fundador de revistas teológicas como ‘Communio’ y autor de diversas publicaciones como obispo, desempeñó también una fecunda actividad escrita como Papa.
Fruto de los diversos Sínodos de los Obispos desarrollados durante su Pontificado, Benedicto XVI realizó cuatro documentos. El primero es ‘Sacramentum caritatis’ (22-02-2007), sobre la Eucaristía, que es definida como nexo de tres aspectos: misterio eucarístico, acción litúrgica y nuevo culto espiritual. El Papa llamaba a entender la Eucaristía como misterio que se ha de “creer, celebrar y vivir”.
‘Verbum domini’ (30-09-2010) trata la Palabra de Dios como diálogo entre Dios y los hombres, y enfatiza la Sagrada Escritura como alma de la Teología y nexo de los Sacramentos. Benedicto XVI también reflejaba en esta carta la importancia de la catequesis, el deber de los cristianos de anunciar la palabra y su deseo de que se cultive el conocimiento de la Biblia.
En la exhortación ‘Africae munus’ (19-11-2011), sobre la Iglesia en África al servicio de la reconciliación, la justicia y la paz, realiza una llamada a la reconciliación, la justicia y la paz en el continente.
Gran parte del documento enfatiza el diálogo interreligioso y llama a la evangelización en territorio africano, además de recomendar la propuesta de siervos africanos para su canonización, llamar a la mayor comunión del Papa y los obispos africanos, y proponer una jornada de perdón especial por “los males y ofensas que los seres humanos se han infligido en África unos a otros”.
El documento más reciente de este tipo es ‘Ecclesia in Medio Oriente’ (14-09-2012), sobre la Iglesia en Oriente Medio. En él realiza un llamamiento a la comunión y la perseverancia a las Iglesias orientales. La unidad ecuménica, el diálogo interreligioso y a búsqueda de raíces comunes con el judaísmo, además de la “estima” por el Islam fueron otras de las claves de esta exhortación, en la que se reclamaba que los cristianos de Oriente Medio no sean “ciudadanos de segunda fila” y se pide por la paz en esta región del mundo.