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De Putin a Lula, la comunidad internacional despide a Benedicto XVI





Nada más producirse la muerte del papa Benedicto XVI, a las 9:34 de este 31 de diciembre de 2022 en el romano Monasterio Mater Ecclesiae, han llegado las condolencias desde distintos rincones del mundo.



Significativamente, uno de los primeros en manifestarse ha sido el presidente ruso Vladímir Putin, quien ha interrumpido su escasa comunicación con Francisco desde el inicio de la guerra en Ucrania para enviarle un telegrama de pésame. En él, el mandatario recalca que Ratzinger “fue un destacado religioso y estadista, un firme defensor de los valores cristianos tradicionales”.

Una persona excepcional

Tras recordar que tuvo “la oportunidad de conversar con esta persona excepcional”, Putin detalla que “siempre guardaré los mejores recuerdos de él”. De ahí que le ofrezca a Bergoglio, su sucesor, “mi sincero pésame en esta hora de dolor”.

También se ha sumado a las condolencias Kirill, patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, quien ha valorado en su telegrama a Francisco “el prestigio incuestionable de Benedicto XVI como teólogo destacado, que promovió el desarrollo de la cooperación entre los cristianos y la defensa de los valores morales tradicionales”.

En Ucrania, Epifaniy, principal representante de la Iglesia ortodoxa ucraniana que se ‘independizó’ del Patriarcado ortodoxo de Moscú ya antes de la invasión rusa, se ha despedido así de Ratzinger en sus redes sociales: “Expresamos nuestras condolencias a la comunidad católica del mundo por el fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI. ¡Que descanse en la morada de Dios!”.

Dulzura y sabiduría

El presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, ha indicado que su país “está de luto” ante la muerte del papa emérito, cuya “dulzura y sabiduría han beneficiado” a “toda la comunidad internacional”. Una labor que ha extendido, desde la sobriedad y la sencillez, incluso después de su renuncia en 2013: “Con dedicación siguió sirviendo a la causa de su Iglesia en el cargo sin precedentes de Papa emérito, con humildad y serenidad. Su figura permanece inolvidable para el pueblo italiano”.

La nueva primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha dedicado Benedicto XVI un cercano y emotivo mensaje a través de Twitter: “Fue un gigante de la fe y de la razón. Puso su vida al servicio de la Iglesia universal y habló, y seguirá hablando, al corazón y a la mente de los hombres con la profundidad espiritual, cultural e intelectual de su Magisterio. Un hombre enamorado del Señor. Un cristiano, un pastor, un teólogo: una gran figura de la historia que la historia nunca olvidará”.

Su socio en el Gobierno, Silvio Berlusconi, durante muchos años primer ministro italiano, ha utilizado la misma red social para indicar que “la desaparición de Benedicto XVI aflige a los cristianos de todo el mundo. En este triste día, nos unimos al papa Francisco y a toda la Iglesia en oración”. Y es que, incluso para los “no creyentes”, de su memoria queda “el recuerdo de un pontificado de gran autorrelevancia y auténtica caridad”. En los años en los que coincidió con él al frente del Ejecutivo, le mostró valores como “la protección de la vida, la paz, la justicia o la construcción de una Europa consciente de sus fuertes raíces cristiana”.

El tercer integrante de la coalición derechista, Matteo Salvini, ha escrito esto también en Twitter: “Queridísimo papa Benedicto XVI, te damos gracias por tu pontificado iluminado, por la esperanza que has dado, por la fuerza de tus palabras, por el coraje con que has defendido la vida y las raíces. Oramos por ti, en la certeza de que nos acompañarás en nuestro camino”.

Apoyo a los más pobres

El primer ministro portugués, António Costa, a través de su cuenta de Twitter, ha apuntado que “su trabajo y dedicación permanecerán como una referencia para los fieles en todo el mundo”. El presidente de la República lusa, Marcelo Rebelo de Sousa, ha escrito directamente un mensaje de pásame a Bergoglio y ha recordado que, “a lo largo de sus ocho años de pontificado, el papa Benedicto XVI permaneció como símbolo de la estabilidad y la defensa de los valores de la Iglesia católica: el amor al prójimo, la solidaridad y el apoyo a los más pobres y los más desprotegidos, y la importancia del perdón y la reconciliación”.

El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha reconocido a su histórico compatriota, a quien ha descrito como “un teólogo inteligente” y “un líder especial para la Iglesia”.

La presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, católica reconocida, ha valorado su valentía al renunciar en 2013, lo que evidenció que “se veía a sí mismo, primero, como un siervo de Dios y de la Iglesia”. Estos últimos años, “una vez que su fortaleza física menguó, siguió sirviendo con la fuerza de sus oraciones”. La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha manifestado que “Europa llora” a quien tanto contribuyera a reflexionar sobre el alma europea.

Para católicos y no católicos

El nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak, ha despedido a “un gran teólogo” que, entre otras muchas cosas, regaló a su país, en 2010, una “histórica visita” en la que interpeló con fuerza “tanto a los católicos como a los no católicos”.

El presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, ha escrito en Twitter que “mis pensamientos están con los católicos de Francia y del mundo, enlutados por la partida de Su Santidad Benedicto XVI, que trabajó con alma e inteligencia por un mundo más fraterno”.

Nicolas Sarkozy, quien hiciera de anfitrión de Ratzinger cuando este visitó Francia en 2008 y él presidía la República, ha definido al pontífice emérito como “un teólogo inmenso” que buscó “la unión y la reconciliación” de todos los cristianos.

Continuar su legado

Para el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, el papa emérito era “uno de los mayores teólogos de nuestro tiempo”, siendo ahora el reto “continuar su gran legado”. El canciller de Austria, Karl Nehammer, ha reiterado que estamos ante “una figura histórica notable”. En la línea del primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, quien ha aplaudido a “un importante líder espiritual e intelectual”, al que ha llamado a recordar “con respeto”. Por su parte, el presidente checo, Petr Fiala, fue “una de las principales figuras intelectuales de nuestro tiempo”.

Fuera de Europa, a horas de inaugurar un nuevo mandato como presidente de Brasil, Lula da Silva ha valorado, desde la “tristeza”, su “compromiso con la fe y las enseñanzas cristianas”. Tras conocerle personalmente cuando visitó Brasil y cuando él mismo le visitó en el Vaticano, siempre guardará un recuerdo imborrable de él.

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