“Querido Benedicto XVI: le recordaremos siempre. Que Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra le muestre a Jesús, fruto bendito de su vientre. Descanse en paz”. Es la plegaria que el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha pronunciado poco después de conocerse el fallecimiento del Papa emérito en la mañana del 31 de diciembre.
“Pedimos por su eterno descanso, agradecemos su profundo ministerio como Papa, sus escritos teológicos y su profundo amor a la Iglesia”, ha expresado el arzobispo de Barcelona, con el deseo de que, “desde la Casa del Padre siga mirando con ternura nuestro mundo y a cada uno de nosotros”.
“Quedará para siempre en nuestro corazón su cercanía con la Iglesia que peregrina en España”, ha destacado el purpurado español. “Además de canonizar y beatificar a un gran número de hijos de la Iglesia que peregrinan en España, proclamó el doctorado de San Juan de Ávila y en tres ocasiones vino hasta aquí con motivos destacables”, detalló el cardenal.
Omella se detuvo así en su viaje a Valencia con motivo del Encuentro Mundial de las Familias en 2005, su visita exprés a Santiago de Compostela y a Barcelona en, 2010, “donde quedó maravillado” por la basílica obra de Antonio Gaudí, así como su participación en la Jornada Mundial de la Juventud que Madrid acogió en 2011. “Tras aquella tormenta, nos dijo a todos que habíamos vivido una aventura juntos y nos llamó a afrontar con Cristo las pruebas de la vida”, apunta el presidente de los obispos españoles.