Vaticano

Las tres ocasiones en las que Benedicto XVI viajó a España





“Dejo España contento y agradecido a todos. Pero sobre todo a Dios, que me ha permitido celebrar esta Jornada tan llena de gracia y de emoción, tan cargada de dinamismo y esperanza”. Estas fueron las últimas palabras que Benedicto XVI, fallecido hoy, pronunció en territorio español, después de haber presidido en Madrid los actos centrales de la Jornada Mundial de la Juventud 2011 (18-21 de agosto), el más largo e importante de sus tres viajes a España, país más visitado por el Papa junto con su Alemania natal.



El culmen de una relación que comenzó en Valencia, en 2006, con el V Encuentro Mundial de las Familias y tuvo paradas en Santiago de Compostela y Barcelona en 2010.

 

En Madrid se vivió una JMJ de éxitos y récords, un gran testimonio de fe de los jóvenes católicos acompañados por el Papa. A ellos invitó a ser, arraigados en Cristo, “alternativa válida” en la sociedad de hoy, “a tantos que se contentan con seguir las corrientes de moda, se cobijan en el interés inmediato, olvidando la justicia verdadera, o se refugian en pareceres propios en vez de buscar la verdad sin adjetivos”.

También les animó a no tener miedo al mundo, ni al futuro ni a la debilidad, y les recordó la necesidad de testimoniar la fe recibida. Así lo expresaba en la mañana del 21 de agosto de 2011 en Cuatro Vientos: “No se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás. Por tanto, no os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe. El mundo necesita el testimonio de vuestra fe, necesita ciertamente de Dios”.

Sus palabras también se dirigieron a religiosas, seminaristas y profesores universitarios. A las primeras, pidió radicalidad evangélica; a los segundos, valentía y autenticidad; y a los últimos, que sean “auténticos maestros, personas abiertas a la verdad total”.

Segunda visita: Santiago y Barcelona

Poco menos de un año antes, Benedicto XVI visitó, un fin de semana de noviembre, Santiago de Compostela y Barcelona. A la capital gallega viajaba como peregrino de la fe en el marco del Año Santo Compostelano, mientras que a Barcelona acudía para presidir la dedicación de la Sagrada Familia de Gaudí.

“La Europa de la ciencia y de las tecnologías, la Europa de la civilización y de la cultura tiene que ser a la vez la Europa abierta a la trascendencia y a la fraternidad con otros continentes, al Dios vivo y verdadero desde el hombre vivo y verdadero. Esto es lo que la Iglesia desea aportar a Europa”, dijo en Compostela.

“En el corazón del mundo, ante la mirada de Dios y de los hombres, en un humilde y gozoso acto de fe, levantamos una inmensa mole de materia, fruto de la naturaleza y de un inconmensurable esfuerzo de la inteligencia humana, constructora de esta obra de arte. Ella es un signo visible del Dios invisible, a cuya gloria se alzan estas torres, saetas que apuntan al absoluto de la luz, y de Aquel que es la Luz, la Altura y la Belleza misma”, apuntó en Barcelona.

 

V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia

En Valencia, en 2006 y con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias, Benedicto XVI inauguró sus viajes a España como Papa, pues había estado antes como cardenal.

En la capital del Turia demostró su capacidad para acompañar a los que sufren en una improvisada parada para rezar en la estación de metro Jesús, donde pocos días antes de su visita fallecieron más de 40 personas en un trágico descarrilamiento.

En el acto central de la visita, que se desarrolló los días 8 y 9 de julio, Benedicto XVI hizo un alegato en favor de la familia, de la que dijo “es un bien necesario para los pueblos, un fundamento indispensable para la sociedad y un gran tesoro de los esposos durante toda su vida”.

“Es un bien insustituible para los hijos, que han de ser fruto del amor, de la donación total y generosa de los padres. Proclamar la verdad integral de la familia, fundada en el matrimonio como Iglesia doméstica y santuario de la vida, es una gran responsabilidad de todos”, defendió.

Compartir
Noticias relacionadas



Evangelio del día

Alicia Ruiz López de Soria, ODN







El Podcast de Vida Nueva