El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), y arzobispo para los Servicios Militares, Timothy P. Broglio, expresó el agradecimiento de la Iglesia norteamericana “por el preciado ministerio del papa Benedicto XVI: teólogo que prestó su talento como perito en el Concilio Vaticano II, y que continuó siendo en su larga vida un eficaz maestro de la fe”.
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Destacó que, como sacerdote, profesor universitario y teólogo, así como arzobispo y cardenal, “al profundizar una comprensión auténtica nos llevó a todos a un amor más profundo a la verdad y al misterio de Dios. Nos tomará muchos años profundizar en la riqueza de aprendizaje que nos ha dejado”.
De manera personal, el arzobispo Broglio resaltó que la muerte del papa emérito Benedicto XVI “suena notas contrastantes de dolor y gratitud en mi corazón. Recuerdo muchas reuniones con él mientras servía en la Secretaría de Estado, y nunca olvidaré su saludo en la primera Audiencia General a la que asistí algunas semanas después de su elección a la Cátedra de Pedro. ‘Ci conosciamo’ (nos conocemos) fueron sus cálidas palabras de bienvenida mientras tomaba mi mano entre las suyas”.
Un verdadero discípulo de Cristo
El presidente de los obispos de Estados Unidos recordó que en 2013 Benedicto XVI “conmocionó al mundo al anunciar su plan de renunciar a sus responsabilidades como obispo de Roma y, al hacerlo, continuó enseñando sobre el coraje, la humildad y el amor por la Iglesia”.
“Reconoció las grandes exigencias que se le hicieron como pastor principal de la Iglesia Universal de mil millones de católicos en todo el mundo, y sus limitaciones físicas para una tarea tan monumental. Incluso, estando jubilado, retirándose para vivir una vida de oración tranquila y estudio, continuó enseñándonos cómo ser un verdadero discípulo de Cristo, mientras seguía contribuyendo a su legado”, añadió Broglio.
El arzobispo estadounidense consideró que “generaciones seguirán enriqueciéndose con sus libros, discursos y homilías. Todos ellos revelan una profundidad de aprendizaje y reflexión que es esencial tanto en nuestro tiempo como en el futuro”.
Al lamentar el fallecimiento de Benedicto XVI, Broglio refirió: “me uno a los católicos de todo el mundo para ofrecer mi profunda gratitud al Señor por el don del papa Benedicto XVI y su ministerio. Juntos suplicamos a nuestro Señor que le conceda el descanso eterno”.