La Iglesia en América Latina dice: ¡Feliz Año 2023!

Ha iniciado 2023. La Iglesia en América Latina sigue en medio de dificultades ‘endémicas’ como crisis políticas, violencia, autoritarismos, populismos, corrupción y pobreza.

A eso le sumamos el conflicto en Ucrania que ha desencadenado la desvalorización de muchas monedas, disparado tasas de interés, por ende, la inflación.

Vida Nueva ha consultado al ‘pueblo de Dios’: laicos, religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales sobre sus deseos para este nuevo año.

Caminos de paz

Miguel Cabrejos Vidarte, arzobispo de Trujillo y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), aboga por “trazar juntos caminos por la paz” en este 2023 sobre todo cuando este 1º de enero “celebramos la Jornada Mundial de la Paz”.

“A lo largo de la historia de la humanidad se evidencia el fracaso de la guerra, que a su paso ha dejado desolación, muerte, hambre y destrucción”, sostuvo.

El prelado ha invitado también a “tomarnos un tiempo para cuestionarnos, aprender, crecer y dejarnos transformar de forma personal y comunitaria” a partir de “las crisis política, social y económica de nuestro continente, acrecentada por el Covid-19 y sus múltiples consecuencias”.

Año de esperanza

Sonia Gomes de Oliveira, presidenta del Consejo Nacional de Laicos de Brasil, considera que 2023 comienza con mucha esperanza “en todos los sentidos”; primero, con la continuación del Sínodo comunión, participación y misión convocado por Francisco hasta 2024, que “busca implementar realmente la propuesta de caminar juntos”.

Además con el Sínodo se espera “vivir la misión en una Iglesia menos burocratizada y más sinodal con especial énfasis en los ministerios laicales que tanto contribuyen a la evangelización”.

También cree que esta esperanza se ve reflejada en una Iglesia que se volque hacia las realidades sociales, en problemas ambientales, en acompañar a las periferias atendiendo el llamado del Papa

Ser fieles a Jesús

El cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo y vicepresidente de la Conferencia de Obispos de Perú, desea que “en este año 2023 la humanidad se reúna en torno a la amistad para que la fraternidad vaya logrando realmente ese deseo de Dios todos somos hermanos y hermanas”.

Por otro lado, el purpurado hace votos para que “la Iglesia, con el papa Francisco, podamos profundizar este camino que Dios quiere que retomemos en el servicio a la humanidad, que las angustias, que las desesperanzas que hay en la humanidad se transformen en caminos de paz, de justicia, de hermandad”.

Por supuesto, pide la Iglesia “sea cada vez más fiel a Jesús su fundador y qué practiquemos ese evangelio del amor de la fraternidad”.

Huellas de solidaridad

Desde la Comisión de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Boliviana, Sarah Vargas Callejas, secretaria ejecutiva de esta instancia, pide que para este 2023 “no nos cansemos de hacer el bien pese a las adversidades de la vida”.

Esta laica boliviana invita a que “dejemos huellas de solidaridad , comprensión, tolerancia en este mundo. Respetemos la vida que es un regalo tan preciado de Dios. Que Dios nos dé sabiduría en este 2023 para afrontar el día a día con amor, respeto y empatía”.

Fraternidad, reconciliación y diálogo

Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá, primado de Colombia y presidente de la Conferencia episcopal, ha ofrecido tres regalos para toda la feligresía en este 2023; primero, el don de la fraternidad, sin importar raza, religión, credo, “sintamos que es más lo que nos une que lo que nos divide”.

El segundo presente es la reconciliación para que “pasemos del odio, de la venganza, a la concordia, al encuentro, a darnos la mano, a perdonarnos para que podamos avanzar en esta historia, en un desarrollo humano integral guiado por el Espíritu Santo”.

Finalmente, “pedirle al Señor la capacidad y el don del diálogo, a través del diálogo en la familia y en la sociedad podremos gestionar todas las dificultades, todos los conflictos y lo haremos racionalmente, escuchándonos”.

Dones de Dios

Claudia Zarzosa, subdirectora ejecutiva de la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos, a modo de plegaria pide para este 2023 dones divinos para que “cada uno de nosotros entendamos que la construcción del Reino es tarea de todos”.

Pide sabiduría para entender los designios de Dios, para comprender a la luz de los tiempos la historia del mundo y la de cada uno de tus hijos” toda vez que pide fortaleza para “resistir las vicisitudes y adversidades que la vida misma tiene”.

“Alegría para compartirla siempre con los demás y ser lugar de reposo y gozo. Misericordia para entender las heridas del otro y no juzgar. Amor para darnos y entregarnos por completo a los demás desde pequeñas a grandes renuncias. Y mucha fe para entender que tu alianza nunca se ha roto y que está siempre presente en nuestra vida”, ha dicho.

Seguir creciendo en unidad

Eddy Omar Polo, presidente de la Conferencia Venezolana de Religiosos (Conver), da gracias a Dios por la vida sobre todo de quienes desde la entrega, generosidad, pasión, apuestan todo por el Reino.

El sacerdote también cree que es momento de pedir perdón por “el tiempo perdido, por el por dinero malgastado, por palabras tal vez inútiles, por amores desperdiciados que se han hecho durante todo este tiempo, por las horas vacías y los trabajos mal hechos y porque le hemos puesto poco entusiasmo”.

Este 2023 es un año especial para Polo, porque “se celebra el Sínodo de la sinodalidad”, por ello, “pongamos todos nuestros esfuerzos para construir una Iglesia que aprenda cada día más a caminar juntos. Agradecerle al Señor porque seguiremos creciendo en la fraternidad y en la unidad de todos los cristianos”.

Al servicio de la educación

Gloria Patricia Corredor, religiosa dominica y presidenta de la Confederación Nacional Católica de Educación (Conaced) en Colombia, tuvo muchos desafíos en 2022, por esto, de cara al año que comienza saca aprendizajes.

Son varias peticiones que hace a Dios para 2023: de orden institucional, congregacional, familiar y personal, pero “lo resumo en la bendición para todos nuestros planes, que él ilumine y guíe nuestros pasos, que oriente nuestras decisiones, que nos llene de salud para poder seguir trabajando al servicio de la educación”.

Para todos los integrantes de las Escuelas católicas en Colombia pide que “hagamos posible una perpetua Navidad y como dice el papa Francisco: iluminemos con nuestra vida con la bondad, la paciencia, la alegría y la generosidad, el camino de los demás”.

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