“Necesitamos que Sus Majestades nos ayuden un poco y que la sociedad ibicenca nos ayude un mucho”, ha escrito el director de la entidad, Juan Torres Marí
Cáritas Ibiza ha lanzado un llamamiento, un grito de ayuda cuando la Navidad está llegando a su fin. Y lo hace a través de una carta firmada por Juan Torres Marí, director de Cáritas Diocesana de Ibiza y Formentera, en la que explica el “crónico y creciente” déficit de la entidad que, sin embargo, no deja de asumir las necesidades de un número cada vez más elevado de personas.
“Siendo muy importante la acción de alimentar y vestir a las personas que más lo necesitan, es sólo una pequeña parte de nuestra actividad”, explica Marí, señalando otros proyectos de la entidad, como el centro de día, el comedor social, las labores de acogida y acompañamiento, los programas y talleres de integración social, el centro socioeducativo Betania –el cual, como explica en la carta, necesita una reforma–, la pastoral penitenciaria, los talleres de orientación y formación laboral, así como la empresa de inserción.
“El número cada vez menor de socios en Cáritas Diocesana de Ibiza y Formentera, la escasez de donaciones y el hecho de que las subvenciones no cubren nunca la totalidad de gastos, hacen que el deficit presupuestario en Cáritas sea crónico y creciente”, asegura el director. “Si a esto le añadimos que el número de familias de Ibiza en riesgo de exclusión supera el veinte por ciento, que la inflación está disparada y que la oferta de vivienda es escasa y cara, lo previsible es un aumento importante de demandas de asistencia”, añade.
Con todo lo expuesto, “se entiende que el déficit del año 2022 haya sido de 234.000 € y que el previsto para este año esté cercano a los 400.000 €”. Asimismo, Marí subraya que “no basta con mantener la actividad expuesta e incrementarla en cantidad, tenemos que asumir nuevos y muy necesarios retos, que por otra parte también son ilusiones”.
Y, para acometer toda esta labor, el director de Cáritas Diocesana ha subrayado que “necesitamos que SSMM los Reyes Magos nos ayuden un poco y que la sociedad ibicenca nos ayude un mucho. Quiero hacer un llamamiento al empresariado ibicenco que tan buenos resultados de negocio está obteniendo en esta isla de encanto, fiesta y diversión, pero cuyos efectos secundarios no pocas veces acaban haciendo cola en nuestras dependencias”.
“Necesitamos su sincera solidaridad, su compromiso y colaboración”, continúa. “También quiero transmitir la imperiosa necesidad de aumentar significativamente el número de socios, ya que con los actuales escasamente cubrimos el tres por ciento del presupuesto”. “Por último quiero apelar a la conciencia social de los ayuntamientos y Consell Insular y que consideren que, a diferencia de ellos, Cáritas no cobra impuestos y realiza una gran labor de colaboración con estos organismos, a menudo con mayor eficacia, pero al final, año tras año, nos quedamos con nuestro déficit. Es necesario que estos organismos arbitren mecanismos de compensación para que esto no siga sucediendo”, asevera Marí.
Sin embargo, el director de la entidad no ha querido olvidar expresar su agradecimiento a “todas las personas y entidades que en estas Navidades han colaborado con Cáritas tanto económicamente como con la donación de alimentos. También he de agradecer a todos nuestros voluntarios que, robando el tiempo a su familia incluso en Nochebuena y fin de año, han hecho posible que todos estos alimentos hayan llegado a sus destinatarios, las personas mas necesitadas”.
“No puedo olvidar tampoco a nuestros trabajadores que, con tanto amor y cariño, acompañan en estas fechas a nuestros hermanos más desfavorecidos, demostrando con hechos lo que es el ADN de Cáritas. Nos enfrentamos a un año 2023 lleno de retos y de ilusiones pero, también de necesidades”, añade.