En este domingo, fiesta del Bautismo del Señor, el papa Francisco ha continuado con la tradición iniciada por Juan Pablo II de bautizar a trece bebés, hijos de los empleados del Vaticano, en la Capilla Sixtina. Una ocasión que el Papa ha señalado que es “como un cumpleaños, porque el Bautismo nos hace renacer a la vida cristiana”.
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Por este motivo, Francisco ha aconsejado a los padres y padrinos de los pequeños “recordar a vuestros hijos la fecha del Bautismo, como un nuevo cumpleaños: que cada año se acuerden y den gracias a Dios por esta gracia de haberse hecho cristianos”.
“Estos niños que traes ahora están iniciando un camino, pero depende de vosotros, padres y padrinos, ayudarlos a continuar en este camino”, ha señalado el Papa, subrayando que lo más fundamental es enseñarles a orar. “Que aprendan a orar, como niños, porque la oración será lo que les dará fuerzas a lo largo de su vida: en las buenas, para dar gracias a Dios, y en las malas, para encontrar la fuerza”.
“Las madres siempre están cerca”
Asimismo, les ha animado a orar también a la Virgen. “Se dice que cuando alguien está enojado con el Señor, o se ha alejado, la Virgen siempre está cerca para darle paso y poder regresar”, porque “ella es madre, y de una madre siempre se está cerca. Las mamás son así, y eso es genial”.
“Están todos callados ahora”, ha dicho Francisco, “y eso está bien”, “Pero tal vez alguno comience y, dado que los niños son sinfónicos, todos irán tras él. Que lloren, que lloren. Tal vez alguien esté llorando de hambre: amamántalo. Con toda libertad. Lo importante es que hoy esta celebración es la fiesta, la fiesta del inicio de un hermoso camino cristiano, en el que ayudaréis a vuestros hijos a salir adelante”.