Esta mañana, en el Palacio Apostólico Vaticano, el papa Francisco ha recibido en audiencia a los participantes en el encuentro ‘Ética AI: Un compromiso abrahámico con la llamada de Roma’, promovido por la Academia Pontificia para la Vida (PAV) y por la Fundación RenAIssance y que ha culminado con la firma, por parte de las tres religiones abrahámicas, de un pacto sobre la Inteligencia Artificial.
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“Después de la primera firma en 2020, el evento de hoy también cuenta con la participación de delegaciones judías e islámicas, que miran la llamada inteligencia artificial con una mirada inspirada en las palabras de la encíclica Fratelli tutti”, ha recordado el Papa, subrayando que este compromiso se basa en “promover una cultura que ponga esta tecnología al servicio del bien común de todos”, así como de la “salvaguarda de la casa común”. “La fraternidad entre todos es la condición para que el desarrollo tecnológico esté al servicio de la justicia y la paz en todo el mundo”, ha aseverado.
Las religiones en el debate tecnológico
“Todos somos conscientes de cómo la inteligencia artificial está cada vez más presente en todos los aspectos de la vida diaria, tanto personal como social”, ha afirmado el Papa. “Afecta a cómo entendemos el mundo y a nosotros mismos. Las innovaciones en este campo hacen que estas herramientas sean cada vez más decisivas en la actividad humana e incluso en las decisiones”, ha añadido.
“Me complace saber que también se desea involucrar a las otras grandes religiones del mundo y a los hombres y mujeres de buena voluntad para que la algoritmia, es decir, la reflexión ética sobre el uso de los algoritmos, esté cada vez más presente no solo en el debate público sino también en el desarrollo de soluciones técnicas”, ha señalado. De hecho, para el Papa, “toda persona debe poder disfrutar de un desarrollo humano y solidario, sin que nadie quede excluido”. Se trata, pues, de “vigilar y trabajar para que el uso discriminatorio de estas herramientas no se arraigue a costa de los más frágiles y excluidos”.