El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, presentó esta mañana el documento ‘El Dios fiel mantiene su alianza’, un texto que, partiendo del libro del Deuteronomio busca ser “un instrumento de trabajo pastoral sobre persona, familia y sociedad que se ofrece a la Iglesia y a la sociedad española desde la fe en Dios y la perspectiva del bien común”.
- OFERTA: Año nuevo, Vida Nueva: este 2023 suscríbete a la revista en papel todo el año por solo 99,99 euros
- PODCAST: Seminarios, a examen
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Aprobado en la Asamblea Plenaria del pasado mes de noviembre, de alguna manera se plantea como el legado intelectual en tono pedagógico de Argüello como secretario general de la Conferencia Episcopal Española los tres últimos años, en tanto que él está detrás de su propuesta, así como de parte de su redacción.
Argüello matizó este extremo al subrayar que se trata de una obra coral elaborada con diversas fuentes, desde Cáritas a subcomisiones episcopales de familia, pastoral social… A la vez, contiene “intervenciones explícitas” de 45 obispos y aportaciones por escritos de otros doce obispos. “Es un instrumento con una aportación muy grande de todas las instituciones”, añadió, subrayando que cuenta con el respaldo de ida y vuelta de tres Asambleas Plenarias, así como varias supervisiones de la Comisión Permanente y la Comisión Ejecutiva. “Ciertamente he hecho de secretario y de redactor cuasi final”, completó sobre el proceso de creación del texto, que contó con el apoyo final de otra persona “ajena a la Conferencia Episcopal”.
No es un documento doctrinal
Según reza el propio escrito, no se trata de “un nuevo documento doctrinal o pastoral”, sino de “una invitación a la reflexión por parte de todos, estimulante y enriquecedora, en este momento de convergencia de múltiples acontecimientos, políticos, económicos y culturales expresión de una gran transformación que afecta a la trasmisión de la fe y a la convivencia en nuestra sociedad”.
Así, el documento alerta de que “persona y familia sufren las consecuencias en la crisis cultural y social que acompaña a este proceso, y, a su vez, se convierten en causa de su avance, por su debilitamiento en la transmisión de la fe y en el consiguiente agrietamiento de vínculos imprescindibles para la vida en sociedad”.
Ayuda para votar
En palabras del arzobispo, el texto de 106 páginas busca además “ayudar a la legítima libertad de voto que pueda ser reflexionada y dialogada para llegar a una propuesta que, desde una reflexión de asuntos que están en la plaza pública, poder hacer un ejercicio responsable de los ciudadanos”.
En una primera lectura del documento, se plantea un llamamiento a “dialogar desde la escucha y la propuesta” con “encuentros que favorezcan la dignidad de la persona y el bien común”. Desde ahí, los obispos plantean citarse lo mismo con políticos que con sindicatos o entidades del tercer sector, bajo los postulados de la Doctrina Social y de la cultura del encuentro promovida por el Papa Francisco “desde la propuesta moral que la Iglesia quiere vivir y propone”.
Persona, sociedad y bien común
Así, se abordan las cuestiones más variadas, desde las consecuencias de la revolución tecnológica, la crisis demográfica, la pandemia, el paro juvenil, el arrinconamiento de los mayores, la acogida de los migrantes… Para Argüello, el corazón del documento es una “perspectiva católica” que permite profundizar en “la extraordinaria relación que hay entre personal, sociedad y bien común”.
En el documento no se orillan las recientes polémicas políticas y mediáticas en las que se ha visto envuelta la Iglesia, como la pederastia. “Quizás sean más preocupantes los intentos de desprestigio de la voz y presencia pública de la Iglesia con campañas mediáticas e iniciativas políticas surgidas en torno a dos asuntos de distinta gravedad, la cuestión de las inmatriculaciones y de los bienes de la Iglesia en general y el dolorosísimo asunto de abusos cometidos por algunos miembros de la Iglesia”, se relata. En este sentido, “sin perjuicio de denunciar lo que hay de campaña injusta”, se añade una apostilla autocrítica: “La Iglesia está llamada a un decidido ejercicio de transparencia en el primer caso y de defensa y acogida de las víctimas, denuncia y castigo de los abusadores y caminos de formación y prevención”.
Contra el Gobierno
A la par, ‘El Dios fiel mantiene su alianza’ arremete contra algunas de las principales reformas del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez. De forma genérica, se considera que “la reciente legislación que se extiende por el mundo” es “actual totalmente contraria a la razón, a la naturaleza y a la vida: aborto, divorcio, matrimonio homosexual, experimentación con embriones humanos, gestación subrogada, transexualidad…”.
Ante los periodistas, Argüello admitió que esta aseveración es “fuerte”, pero lamentó que estas normativas lleven a “considerar a la persona como individuo” y promover “la autodeterminación”. A la par, enfatizó que “la cuestiones morales no pueden separarse de las cuestiones sociales”.
Aterrizando en cuestiones concretas, criticó la actual ley del aborto, deteniéndose en concreto en la anulación de los tres días de reflexión. “Un Estado que quiera regular una situación que llama derecho, no puede suprimir toda la información posible y de solución”, ahondó.
Hereje cultural
Durante la presentación, Argüello subrayó que, “todo aquel que se sale de estos postulados”, acaba siendo considerado “un hereje cultural”, cuando no denunciado por propiciar el odio. Por eso, el texto episcopal insta a la comunidad católica a reforzar “el compromiso público, propio de la identidad y espiritualidad laical, ante los grandes desafíos provocados por las leyes referidas a la vida, persona y la familia en diversas dimensiones”.
En este sentido, el documento también cuestiona la ideología de género, “que, como toda ideología, intenta crear la realidad e imponerla de forma irracional”. Así, también se habla de una “deconstrucción de la familia” desde “una triple ruptura: amor, sexo y matrimonio”.
Así, se presenta como “imprescindible acompañar esa acción pública con compromisos a favor de las personas directamente afectadas, como por las embarazadas que tenemos más cercanas o los que sufren alrededor nuestro”. Entre otras propuestas, también señala que “en el terreno educativo es importante la propuesta explícita de formación afectivo-sexual, así como el seguimiento de la educación en la escuela con la participación en las asociaciones de padres”.