Francesca Chaouqui había prometido sacar del tedio el juicio sobre las finanzas de la Secretaría de Estado y al final ha sido un golpe de efecto del suspendido cardenal Angelo Becciu quien se ha sacado un as de la manga en la audiencia de este viernes, 13 de enero. La que fue condenada por filtraciones en el ‘Vatileaks 2’ fue llamada al estrado para minar el testimonio del testigo estrella de la fiscalía, Alberto Perlasca, un monseñor que respondía a Becciu.
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Recomendaciones papales
Y es que Chaouqui apareció en una serie de mensajes cruzados recomendándole la estrategia a seguir en el proceso judicial a Perlasca. Si bien este había asegurado que el asesoramiento le venía a través de un magistrado ya jubilado amigo de la familia. La declaración de la antigua asesora vaticana se basó en defender al papa Francisco, a quién le mostró su lealtad, distanciándose así del exfuncionario de la Secretaría de Estado. De hecho, destacó que el Papa y ella fueron quienes impulsaron a Perlasca, residente en Santa Marta como Francisco, a colaborar en todo.
Aunque el golpe de efecto lo dio el propio Becciu tras filtras un intercambio de correos después de una foto en la que se vio al papa Francisco recibiendo a Chaouqui en agosto de 2022. En su mail, el cardenal muestra al pontífice su “profunda consternación por la publicación de las fotos en las que se ve a la Sra. Chaouqui admitida al besamanos durante” una audiencia general. La “decepción” del purpurado viene motivada porque tuvo que pedir su indulto al Papa en 2017 tras condenarla en el Vaticano, algo a lo que el Papa se negaría pero después le dejó vendido acusando al entonces sustituto de “haber sido yo quien se opuso al indulto y amenazando con una cruel venganza contra mí”.
Correo filtrado
“Llevo dos años pagando esta venganza y está ante los ojos de todo el mundo”, reacciona Becciu, quien se ha sentido “demonizado continuamente” por Chaouqui. A lo que añade que “el hecho más grave” es que se “rompiera con la neutralidad” del proceso judicial al recibirla en una audiencia. “Ahora al recibirla usted se ha solidarizado con ella y ha apoyado indirectamente sus tesis acusatorias contra mí. En términos procesales su acto no será visto como emanado del Papa sino del Primer Magistrado del ordenamiento jurídico del Estado Vaticano, y, por tanto, como una injerencia en el Proceso”, reprocha el cardenal.
El Papa, el 19 de agosto de 2022, acusa recibo y señala que cuando le pidieron recibirla en la audiencia no se opuso, “si le hace bien, que venga”. Francisco añade que “casi he olvidado la ‘aventura’ de esta señora. Ni siquiera sé si está implicada en el juicio (no voy a entrar en eso)”. “Le pido disculpas y perdón si esto le ha ofendido. Es culpa mía, también la costumbre de olvidar las cosas malas”, concluye.