Los obispos de la Coordinadora de Tierra Santa les reiteran su apoyo “material y espiritual”
Los obispos de la Coordinadora de Tierra Santa aterrizaron en Ammán (Jordania) el pasado 14 de enero, donde estarán de peregrinación hasta el día 19 para empaparse de la importancia de la comunidad cristiana en el país. Este domingo, los prelados –entre los que se encuentra el arzobispo de Urgell, Joan Enric Vives, en representación de la Conferencia Episcopal Española– visitaron varias parroquias jordanas para reunirse con las comunidades locales y escuchar a los fieles.
Una de las paradas de esta peregrinación anual fue la parroquia del Inmaculado Corazón de María, en Fuheis, ciudad de unos 20.000 habitantes, de mayoría cristiana, situada a unos 20 kilómetros al noroeste de Ammán. Esta comunidad cuenta con 1.500 familias, entre ellas 200 refugiados iraquíes.
Hasta aquí se desplazaron William Crean, obispo de Cloyne (Irlanda); Michel Dubost, obispo emérito de Evry-Corbeil-Essonnes (Francia); el P. Giuseppe Manfreda, sacerdote italiano y delegado de la Confederación de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE); Lucas Koach, director de la Oficina de Justicia y Paz de los obispos estadounidenses; y Daniel Legutke, de la Oficina Asia-Oriente Medio de la Conferencia Episcopal Alemana.
“La falta de trabajo, la crisis económica, las tensiones procedentes de los países vecinos, Siria, Líbano, Irak, Palestina e Israel, que ponen a prueba la estabilidad política jordana, son las principales causas del éxodo de la comunidad cristiana, cuya presencia en el Reino hachemita está cada vez más en peligro”, compartió el párroco, Imad Twal, con SIR.
A pesar de todo, “Fuheis puede seguir considerándose un pequeño oasis feliz. Los cristianos, católicos y ortodoxos, son mayoría aquí, y es una comunidad comprometida con la realización de numerosos proyectos en los ámbitos social, pastoral, juvenil y cultural. En los últimos años ha financiado iniciativas por valor de un millón de euros de su propio bolsillo”, añadió.
Hoy en día, en la gran plaza frente a la iglesia se encuentra la escuela construida por los Caballeros del Santo Sepulcro a finales del siglo XIX y que alberga a 1.160 alumnos, todos cristianos, de 11 confesiones distintas.
“Damos mucha importancia a la educación y formación de nuestros jóvenes. Solo así podremos promover el diálogo, la tolerancia y ayudar a los alumnos a desarrollar talentos y conocimientos que les permitan convertirse en ciudadanos virtuosos y cristianos comprometidos”, destacó. Y añadió: “En otras palabras, les ayudamos a descubrir su papel en la sociedad”.
Los fieles describieron durante la tarde de ayer sus condiciones de vida. Jamal Hattar, por ejemplo, insistió en que “la presencia cristiana aquí en Jordania es crucial. De hecho, es el testimonio vivo de la diversidad presente en el Reino hachemí y, por tanto, un valor que hay que defender”.
Según sus palabras, “el reto se juega ante todo en las escuelas, en el mundo de la educación y de la crianza, porque es a través de ellas como conseguimos transmitir los valores evangélicos de la paz, la tolerancia, el perdón y la convivencia”. Y recalcó: “Las escuelas son un antídoto contra el extremismo y la intolerancia que aparecen peligrosamente incluso entre nosotros”.
Por su parte, los obispos reiteraron su apoyo “material y espiritual”. “Hemos venido a rezar ‘con’ y ‘por’ vosotros”, dijo Crean. “Estamos aquí como peregrinos para encontrarnos con las ‘piedras vivas’ de esta Tierra Santa, para escucharos y comprometernos a dar a conocer vuestra situación”. “Cada uno de vosotros es un signo de esperanza y un testimonio para nuestras comunidades de origen. Compartimos sus preocupaciones”, recordó Dubost.