Las Iglesias de la República Democrática del Congo y Sudán del Sur esperan que la visita del papa Francisco entre el 31 de enero y el 5 de febrero haga “callar las armas”. “Esperamos que cuando el Santo Padre pise este suelo puedan suceder milagros y que la situación mejore”, ha afirmado hoy el coordinador general de la visita a tierras sudanesas, Samuel Abe, en un encuentro con periodistas organizado por Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
“Esperamos que muchas cosas sucedan cuando venga el Santo Padre, esperemos que las cosas cambien, que el liderazgo pueda entablar un diálogo con los grupos rebeldes, que haya una visión de reconciliación”, ha insistido Abe. Como él mismo ha explicado, “la Iglesia quiere tener un papel en la resolución del conflicto en Sudán del Sur”.
Por su parte, el secretario académico de la Universidad San Agustín, en Kinshasa –capital de RD Congo–, Godefroid Mombula, ha señalado, según recoge Europa Press, que el Papa también pedirá allí “unidad y reconciliación” y se inspirará en su encíclica ‘Fratelli Tutti’, en la que da “una visión global del mundo que no excluye a nadie”; y en ‘Laudato si’, con la que puede lanzar una “llamada de atención” en un país donde grandes multinacionales explotan los recursos del país.
“En el este del Congo, donde hay guerra, es donde curiosamente están todos los recursos naturales. Esas empresas dicen que nos quieren ayudar pero no es cierto, vienen con buenos objetivos pero dentro de su corazón sabemos que solo reinan intereses egoístas. El Papa debería hablar con ellos, no tendremos paz mientras vengan estas empresas a buscar nuestros recursos naturales”, ha indicado.
También considera fundamental que envíe un mensaje de paz, pues esta “no se consigue por la fuerza” sino solo “con la conversión de cada uno”. “Basta que un lado dé el primer paso. El Papa hablará mucho de misericordia y compasión y nos viene bien porque tenemos que empezar a perdonar, no podemos esperar que el otro lado nos pida perdón, tenemos que empezar nosotros”, ha subrayado.
Ambos representantes han reconocido que existen problemas de seguridad, pero que están “bajo control”. De hecho, un explosivo improvisado acaba con la vida de, al menos, 17 personas que se encontraban en la iglesia de Cristo en República Democrática del Congo en una celebración ayer. Así, otras 39 personas resultaron heridas en el atentado a esta parroquia pentecostal situada en Kasindi, territorio de Beni (Kivu del Norte), en la frontera con Uganda, cuando apenas quedan dos semanas para la visita.
El autodenominado Estado Islámico ya ha reivindicado el ataque. “Combatientes del Estado Islámico lograron colocar y detonar una bomba en el interior de una iglesia cristiana en la localidad de Kasindi”, afirmó la organización terrorista en un comunicado difundido en su canal de Telegram. Según este difundido, el atentado es “una prueba más de los fracasos de las recientes campañas militares de las fuerzas del Congo y sus aliados para garantizar la seguridad de los cristianos”.