Baltazar Porras ya es arzobispo de Caracas. Cuatro años y medio después. Y es que el papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la sede metropolitana como vía para que pudiera pastorear la diócesis ante la renuncia por edad de Jorge Urosa –quien fallecía además el 24 de septiembre de 2021 a causa del Covid-19– y a la espera del ‘plácet’ que el Gobierno de Venezuela debe dar a día de hoy a los nombramientos episcopales.
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El hombre de Francisco en Venezuela, al que creó cardenal en noviembre de 2016, siendo el único purpurado del país con derecho a voto en un cónclave, será ahora el arzobispo de Caracas, aunque ya ha presentado su renuncia por edad a los 75 años tal y como manda el Código de Derecho Canónico.
La realidad es que el Papa no se la ha aceptado y, previsiblemente, aguantará hasta que cumpla los 80 años, como está sucediendo en otros episcopados, tanto en Europa, como en América, con personas de máxima confianza de Jorge Mario Bergoglio. Es el caso de Porras (78 años), al que el Pontífice le encargó pilotar el Sínodo de la Amazonía de la mano de los cardenales Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo (Perú) y Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Hombre de diálogo, no siempre visto con buenos ojos en Miraflores por su defensa cerrada de su pueblo. Así, Porras ha sido el principal impulsor de la beatificación de José Gregorio Hernández –el médico de los pobres–, primer laico beato de la historia de Venezuela.
¿Quién es Baltazar Porras?
Baltazar Enrique Porras Cardozo nació el 10 de octubre de 1944 en Caracas. Tras estudiar Filosofía en el Seminario Interdiocesano de Caracas, asistió a la Universidad Pontificia de Salamanca (España), donde obtuvo la Licenciatura en Teología y, posteriormente, el Doctorado en Teología Pastoral.
Fue ordenado sacerdote el 30 de julio de 1967. Elegido obispo titular de Lamdia y auxiliar de Mérida el 30 de julio de 1983, recibió la consagración episcopal el 17 de septiembre del mismo año. El 30 de octubre de 1991 fue nombrado arzobispo metropolitano de Mérida.
De 2007 a 2011 fue vicepresidente primero del CELAM, donde también había ocupado los cargos de presidente del Departamento de Laicos (1995-1999) y del Departamento de Comunicación (2003-2007).
Fue creado cardenal y publicado en el Consistorio del 19 de noviembre de 2016, del Título de los Santos Juan Evangelista y Petronio. El 9 de julio de 2018 fue nombrado administrador apostólico sede vacante ‘et ad nutum Sanctae Sedis’ de la Archidiócesis de Caracas.
