El Papa ha enviado un telegrama tras el ataque del ISIS a dos semanas de su visita al país, que ha dejado 17 fallecidos
Un explosivo improvisado acababa el pasado domingo con la vida de, al menos, 17 personas que se encontraban en la iglesia de Cristo en República Democrática del Congo en una celebración. Un atentado que tiene lugar a pocos días de que tenga lugar la visita del papa Francisco al país y ante el cual no ha podido sino hacer llegar sus condolencias a las víctimas y sus familias.
Así, el Papa ha hecho llegar un telegrama, firmado, como es habitual en estos casos, por el cardenal secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin. El destinatario: André Bokundoa-Bo-Likabe, presidente de la Iglesia de Cristo en el Congo.
“Su Santidad el papa Francisco se enteró con tristeza del ataque contra una iglesia pentecostal en Kasindi causando la muerte de inocentes”, reza el mensaje. De esta manera, Francisco “expresa su compasión y cercanía a todas las familias afectadas por este drama”.
“En la oración”, concluye, “el Santo Padre encomienda a los muertos y heridos a la misericordia de Dios. Implora a Cristo, Señor de la vida, que los afectados encuentren consuelo y confianza en Dios, invocando sobre ellos el don de la paz”.
Combatientes del autodenominado Estado Islámico reivindicaban el ataque, que dejaba, además, casi cuatro decenas de heridos, unas horas después.
“Combatientes del Estado Islámico lograron colocar y detonar una bomba en el interior de una iglesia cristiana en la localidad de Kasindi”, afirmó la organización terrorista en un comunicado difundido en su canal de Telegram. Según este difundido, el atentado es “una prueba más de los fracasos de las recientes campañas militares de las fuerzas del Congo y sus aliados para garantizar la seguridad de los cristianos”.