El pasado viernes, 13 de enero, el papa Francisco recibió en audiencia privada al presidente de la Fraternidad de Comunición y Liberación, el laico Davide Prosperi. Una cita que líder de la entidad, que se encuentra en proceso de reforma de sus estatutos y de elección de un presidente por parte de sus órganos de gobiernos, describe como una “alegría” en una carta enviada a todos los miembros de la fraternidad.
- OFERTA: Año nuevo, Vida Nueva: este 2023 suscríbete a la revista en papel todo el año por solo 99,99 euros
- PODCAST: Seminarios, a examen
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Una espiritualidad para nuestro tiempo
Prosperi, profesor de Bioquímica de la Universidad de Milán, informó al papa del “camino que hemos hecho estos meses desde la inolvidable jornada en la Plaza de San Pedro” el pasado mes de octubre con motivo del centenario del nacimiento de su fundador, el sacerdote italiano Luigi Giussani. Según el presidente, el Papa “ha confirmado la profunda estima que tiene por nuestra experiencia, recordando especialmente su primer encuentro con don Francesco Ricci y cuánto le entusiasmó ya entonces la lectura de los textos de don Giussani, comprendiendo que se trataba de una ‘espiritualidad para nuestro tiempo’”.
Además, en la carta el presidente destacó que el Papa “ha expresado su aprecio por el trabajo que hemos hecho sobre el contenido de su discurso y nos invita a continuar el camino que hemos emprendido, asegurando su disponibilidad para sostenernos”. Un camino que pasa por un acto el 20 de enero en Roma “en favor de la paz en Ucrania” en el que el Vaticano estará representado por el obispo Paul Richard Gallagher, de la Secretaría de Estado. Poco a poco, a medida que se acerca la asamblea