El teólogo Elio Guerriero y el arzobispo Georg Gänswein publican este viernes, 20 de enero, el libro póstumo de Benedicto XVI. Editado por Mondadori lleva por título ‘¿Qué es el cristianismo? Un testamento cuasi espiritual’ y es, según la editorial, “el libro que Benedicto XVI quiso que se publicara tras su muerte”. El volumen recoge las últimas reflexiones del Papa emérito sobre algunos temas fundamentales de la fe y es el segundo libro que cuenta con una participación editorial muy activa del que fuera secretario particular del Papa emérito.
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Reflexiones desde el monasterio
La importancia de las raíces del cristianismo, el diálogo entre religiones, la relación entre cristianos y judíos… se abordan en este libro que sale al mercado por 20 euros y que Mondadori ha colocado ya en preventa en sus canales de distribución. Para los editores, a las grandes preocupaciones de Ratzinger le acompañan otras reflexiones menores “que ponen de relieve la gran humanidad del papa Benedicto XVI, como, por ejemplo, su gran amor por la naturaleza y el fuerte vínculo con nuestro país, donde el Papa emérito ha pasado gran parte de su vida sin olvidar el amor por su patria”.
El título del libro evoca la gran obra del profesor Ratzinger, ‘Introducción al cristianismo’, con el que el joven teólogo alemán se dio a conocer más allá del mundo académico. Con este espíritu se afrontan cuestiones como “la misericordia de Dios, que brota de una pasión de amor hacia toda criatura. Al servicio de Dios están los sacerdotes, llamados a estar en su presencia y a ser testigos de su amor”, señalan desde la editorial. Aunque su secretario Gänswein señaló que tenía orden de destruir las anotaciones personales del pontífice, en este libro se apunta las reflexiones han sido desarrolladas “durante sus años en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano” desde rl que “observaba con benevolencia la naturaleza, espejo del amor de Dios Creador, de quien procedemos y hacia quien nos dirigimos”, así como también contemplaba la situación de Alemania u de Europa a quien pide que “no renuncia a su herencia cristiana, que es un patrimonio precioso para toda la humanidad”.
