“Les pido a todos que oren conmigo por el padre Isaac Achi, de la diócesis de Minna, en el norte de Nigeria, asesinado el domingo pasado en la casa parroquial. ¡Cuántos cristianos sufren violencia en su propia piel: oremos por ellos!”. De esta manera se ha expresado el papa Francisco en sus saludos a los peregrinos ingleses durante la audiencia general celebrada hoy en el Aula Pablo VI del Vaticano.
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Así, durante su saludo a los fieles italianos, el Pontífice ha vuelto a poner en el centro a la “atormentada” Ucrania. “No olvidemos rezar por ella, tan necesitada de cercanía, de consuelo y, sobre todo, de paz. El sábado pasado, un nuevo ataque con misiles causó muchas muertes de civiles, incluidos niños. Comparto el dolor insoportable de los familiares”, ha destacado para luego resaltar: “Las imágenes y testimonios de este trágico episodio son un fuerte llamado a todas las conciencias. ¡No puedes quedarte indiferente!”.
En su segunda catequesis sobre la pasión por la evangelización -que comenzó el pasado miércoles- hoy a centrado su meditación en ‘Jesús modelo del anuncio’ (Lc 15, 4-7). “Jesús anunció el Reino de Dios con gestos y palabras, pero sobre todo con su propia vida. Él es el Buen Pastor que no se conforma con cuidar a las ovejas que están en el rebaño; sino que, sin medir los sacrificios, va en busca de las que están alejadas y perdidas. También nosotros estamos llamados a imitar ese modo ‘pastoral’ de vivir”, ha resaltado.
“Cuidemos con ternura de los hermanos”
Además, “el primer paso para poder imitar a Jesús es rezar, es decir, tener momentos de intimidad con Dios, para que nuestro corazón se configure con el suyo y vayamos adquiriendo sus mismos sentimientos. Si somos verdaderos testigos de la alegría del Evangelio, descubriremos dos verbos propios de la tarea pastoral: sufrir y arriesgar. Sufriremos porque Dios no es conocido y amado, y tendremos que tomar decisiones arriesgadas, para que todos puedan encontrarse con Él y experimentar su amor”, ha añadido.
Antes de concluir, en su saludo a los peregrinos de lengua española ha insistido en pedir “a Jesús, Buen Pastor, que nos conceda un corazón semejante al suyo, dispuesto a cuidar con ternura de todos los hermanos y hermanas que Él mismo nos confía, de modo especial los que se sienten perdidos o están alejados de su Presencia, que alegra y da vida”.