El catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado impartió en la Universidad de Navarra una conferencia sobre derecho y religión
El profesor Santiago Cañamares, catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado de la Universidad Complutense de Madrid, afirmó en la Universidad de Navarra que “la libertad religiosa todavía tiene mucho recorrido y avance en el ámbito de la Unión Europea”. Para ello considera esencial la actividad de los abogados generales y el sistema de préstamos mutuos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Su intervención se enmarca en la conferencia sobre derecho y religión que impartió en la Facultad de Derecho Canónico, con motivo de la celebración de la festividad de San Raimundo de Peñafort.
En ella hizo hincapié en la importancia de que “los canonistas” conozcan la regulación jurídica de la Unión Europea, sobre todo por dos razones: “Por un lado, porque el derecho de la Unión Europea, en su afán por regular todos los aspectos del mercado único, inevitablemente se ha ido introduciendo en algunas materias que tienen una repercusión sobre el libre ejercicio de la religión y sobre la actividad de las confesiones religiosas; y por otro lado, porque el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha ido pronunciando una serie de decisiones, un tanto inconsistentes, que afectan al derecho de libertad religiosa en el contexto del derecho comunitario”.
Cañamares estructuró su sesión en tres partes: una primera donde habló de la libertad religiosa en la Unión Europea; en la segunda analizó la posición de la Unión Europea frente a la religión; y, finalmente, comentó algunas sentencias del Tribunal de Justicia.
Sobre el reconocimiento de la libertad religiosa recordó que no hay que perder de vista que la Unión Europea nació con una perspectiva y un enfoque economicista, dirigido a la creación de un mercado único y en el que las personas eran tomadas en cuenta en su consideración de agentes económicos: “La UE nunca ha prestado demasiada atención al tema de los derechos humanos, pero eso no quiere decir que haya sido enteramente ajeno a ellos”.
En este sentido, destacó el importante papel que tiene el Tribunal de Justicia en el reconocimiento de los derechos fundamentales y de la libertad religiosa, y criticó que “su jurisprudencia poco consistente ha hecho que en algunas ocasiones la libertad religiosa no se entendiera bien como principio general del derecho comunitario”.
Cañamares asegura que tiene la impresión de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea es bastante receloso hacia la libertad religiosa, “algo que viene siendo una constante también en muchos tribunales, tanto nacionales como supranacionales”. Para explicarlo lo contextualizó con tres situaciones distintas: la igualdad religiosa en el empleo, la objeción de conciencia a tratamientos médicos, y la cooperación económica del estado con las confesiones religiosas.